Sucre: ¡Habitantes del sector Salvador Allende no pegan un ojo cuando llueve!

Los 130 humildes ranchitos fueron construidos con material de desecho. Por eso, son vulnerables a cualquier evento natural. Hasta las mujeres están dispuestas a echar pico y pala, a batir mezcla y a efectuar cualquier trabajo de construcción a fin de ver erigidas viviendas de bloque para la comodidad y protección de sus hijos.

MERCEDES CARRILLO GRAU | el siglo
fotos | OSWALDO CABRERA

Toma ilegal de energía eléctrica originó, hace poco, un peligroso incendio

¡Pantano que juega garrote!

Ranchitos construidos con material de desecho

Chapotear pantano para entrar o salir de sus casas, así como escurrir el agua que inunda sus hogares, es parte de la pesada rutina que viven las 130 familias que conforman el sector Salvador Allende, del municipio Sucre, cada vez que llueve. Y es que a esta humilde vecindad, nacida hace 4 años, no ha llegado todavía ni una sola tonelada de asfalto.

Por eso, sus calles y veredas son de tierra, lo que propicia -tras cualquier lloviznita- un verdadero caos en la colectividad.

El que tiene botas de seguridad las usa. Pero la mayoría enfrenta la situación con los pies descalzos. Sin embargo, en peores condiciones que la vialidad se encuentran las casas, viviendas que fueron erigidas con material de desecho: desde cartón hasta paletas de madera, razón por la cual se muestran vulnerables ante cualquier acontecimiento, tanto de orden natural como humano.

Liber Silva, habitante de la zona, clamó a las autoridades gubernamentales -en nombre propio y de sus vecinos- la dotación de recursos para construir viviendas dignas.

“Ustedes coloquen los materiales y nosotros la mano de obra”, dijo asegurando que todos y todas están dispuestos a echar pico y pala, a batir mezcla y a efectuar cualquier trabajo de construcción a fin de contribuir con el desarrollo de esta comunidad que aún está en pañales. “También estamos dispuestos, los hombres y las mujeres, a instalar la red de aguas blancas y negras. Todo es cuestión de coordinarse”, indicó agregando que hay mucho camino por recorrer ya que, en líneas generales, no cuentan con ninguno de los servicios básicos.

“Con el tema de la luz, por ejemplo, no sabemos que hacer. Si hay que pagar el servicio, pues se paga. Pero necesitamos un enlace con Corpoelec. Fíjate lo que pasó el mes pasado por un cortocircuito se quemaron por 4 ranchitos y 2 más sufrieron daños parciales. Gracias a Dios no hubo pérdidas humanas pero fue tremendo susto. ¿Y todo por qué? Porque la energía eléctrica nos llega de manera ilegal a través de una toma improvisada que nos inventamos para paliar esta otra carencia”, agregó la dama.

Jalón de orejas al IAMA

Este vecindario es humilde pero unido. Sus moradores no hacen más que tratar de echar para delante, no de forma individual, sino en colectivo.

Por tal razón, tienen meses soñando con la colocación de un parque infantil y hasta de una cancha deportiva en un terreno ocioso que hoy por hoy está “cundido” de monte. Wilmer Rodríguez, vecino, explicó que hace varias semanas acudieron al IAMA a solicitar la limpieza de ese lugar debido a que hacen falta maquinarias especiales para remover tanto el montarral como los escombros que allí reposan. Pero, hasta el sol de hoy no han recibido respuesta. “Mientras tanto vivimos con la zozobra de saber que de allí salen a cada rato culebras y ratas. Incluso, una zancudera se ha reproducido en ese lugar”, señaló agregando que a esto se le suma la inconciencia ciudadana ya que “la gente ve el terreno ocioso y lo usa como vertedero de basura contribuyendo con la contaminación”. Rumbo a la conformación del Consejo Comunal... La ciudadana Evelin Velásquez explicó que esta comunidad naciente no cuenta con un Consejo Comunal. “Hemos estado dando los primeros pasos rumbo a su conformación pero necesitamos asesoría. Por eso, le hacemos un llamado al Gobierno Bolivariano a fin de que nos envíe gente para orientarnos”, clamó apuntando que están situados en el interior de la localidad Manuelita Sáenz de Cagua.