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martes, 8 de mayo de 2012

A la intemperie 30 familias de El Cube que esperan por SUVI

Los supuestos beneficiarios se mantienen a la intemperie. (Foto César Pérez)

Marianela Ágreda Armas
El Carabobeño

Treinta familias de los sectores El Cumbe y Santa Clara, en la población de Choroní, parroquia del municipio Girardot estado Aragua, quedaron a la intemperie desde hace ocho meses luego de derribar sus humildes viviendas, tras ser beneficiadas por el programa de sustitución de rancho por casa (SUVI), sin que hasta ahora se haya concretado la edificación de sus inmuebles.

Los afectados permanecen en casa de familiares o alojados en algún espacio que no derribaron. El material entregado para la construcción, entre ellos unos 2 mil 500 sacos de cemento, se venció por el tiempo transcurrido y las condiciones no óptimas en las que fueron almacenados.

Sol Patiño, del comité electoral del Consejo Comunal del sector El Cumbe, criticó el caos que se ha generado en la localidad, donde fueron otorgados 2 millones de bolívares al anterior consejo comunal para levantar las viviendas y que sus moradores tuvieran un techo digno.

Según la vocera, la edificación ahora estaría a cargo de Petrocasa, pero no han recibido respuesta. Mientras tanto, los supuestos beneficiarios se mantienen a la intemperie. Dijo que durante la primera aplicación del programa SUVI, hace dos años, otras 30 familias del sector fueron beneficiadas, pero las viviendas no fueron construidas en su totalidad.

Erick Eduardo Celis Sepúlveda es el “Niño del Milenio”. Fue el primer aragüeño nacido en el HCM el año 2000. Ayudó a su progenitora, Mary Zulay Sepúlveda, a derribar su casa ubicada en la cuarta calle, número 4, confiado en que tendría una mejor vivienda. Ambos habitan en un pequeño espacio de zinc que levantaron porque quedaron sin techo. “Solo pido que nos ayuden, cuando llueve vivimos sobre el lodo”.

En iguales circunstancias se encuentra Juan Luis Pérez, otro de beneficiado. “La intención es buena, pero hay demasiado retardo. Me tuve que ir a la casa de mi hija”. Indicó que en el Mercal de la localidad permanece buena parte de los 2 mil 500 sacos de cemento vencido. Las mallas de construcción también quedaron a la intemperie.

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