Ahora la Concha Acústica

Tal Cual

Vecinos rechazan la intención de Inavi de recuperar este espacio, pues temen que se construyan viviendas. Alcaldía Baruta alega una renovación tácita del comodato, que cumplió su lapso en 2011. Unos 200 niños de la Orquesta Sinfónica de Baruta hacen vida en el complejo cultural y sus canchas deportivas

DANIEL PALACIOS YBARRA /FOTO SAÚL UZCÁTEGUI

Tras los movimientos aeróbicos de Margot Morilla se aprecian las dimensiones de la Concha Acústica de Baruta. Como cientos de vecinos de Colinas de Bello Monte, la dama deportista acude diariamente a estas estructuras, sujetas a recuperación por el Instituto Nacional de Vivienda (Inavi), que exige al despacho del alcalde Gerardo Blyde sea devuelto este espacio, cuyo comodato "tuvo una renovación tácita" según la municipalidad, tras 20 años de finalizado el contrato en 2011. Ante este exhorto gubernamental, mucha es la desconfianza de la comunidad.

"¿Si Inavi nos quita la concha acústica, para dónde nos vamos? En estas instalaciones no solo practican 200 niños de la Orquesta Sinfónica de Baruta, sino que vienen otros muchachos a hacer deporte, estudiar, bailar o ensayar obras de teatro. Por mi parte, vengo todos los días a contemplar a integrar con la naturaleza mi rutina de ejercicios. Frente a mí tengo a El Ávila imponente, un gran cielo azul, además de la fauna y vegetación de la zona. Definitivamente, esto no tiene precio y me preocupa mucho que nos lo arrebaten para construir viviendas o un uso distinto", cuestionó Morilla, quien coincide con la postura del ayuntamiento.

SEGURIDAD PLENA 

Con audífonos puestos y una laptop sobre sus piernas, Manuel Marín se sentó ayer en el escenario de la Concha Acústica. Para este joven de 20 años no hay otro lugar donde mejor pueda repasar sus apuntes de Ingeniería o relajarse al compás de la banda de rap Los Aldeanos, desde sus grandes auriculares.

Al menos tres veces a la semana "visito la Concha para repasar mis materias. Sería muy triste que nos quitaran este espacio, para construir viviendas o cualquier otro fin. Imagínate, desde que yo me conozco he utilizado este parque para jugar fútbol y ahora para estudiar. Cada cosa debe tener su espacio y en éste no me imagino otra cosa distinta a esta estructura, que representa una vía de escape para los que vivimos en Colinas de Bello Monte", comentó Marín, alumno de la Universidad Central de Venezuela.

Recostado desde la pared de la tarima, no hay nada que lo perturbe. Manuel Marín estudia con su computador portátil y otros equipos electrónicos sin temor a eso que el Gobierno llama sensación de inseguridad.

"Nunca me ha pasado por la mente que me roben, por la custodia de los funcionarios de Polibaruta, que tienen un módulo dentro de las instalaciones para protegernos. Tampoco he escuchado casos de atracos en las instalaciones", detalló el joven universitario, quien se enteró de la medida tras ser consultado por TalCual.

"Mi mamá también viene a hacer ejercicios con algunas vecinas y tampoco les ha pasado nada. Sería un error quitarnos este lugar, que es el único que tenemos para distraernos y a la vez sentirnos seguros. Espero tomen la mejor decisión".