Acorralar al Gato

Tal Cual Digital

PSUV le monta cacería feroz al gobernador de Monagas. Desde que José Gregorio Briceño abandonó el chavismo enfrenta averiguaciones administrativas y despojo de su policía. El director de Polimonagas, Luis Arrayago, es uno de los principales adversarios del mandatario regional

MARISELA CASTILLO APITZ

Desde que el gobernador de Monagas, José Gregorio Briceño, fue expulsado del PSUV sus antiguos compañeros de partido no ceden espacio para acorralarlo. Bastó que las relaciones entre ellos se sinceraran para que desde el gobierno central y la Asamblea Nacional desplegará una cacería de brujas que se inició "casualmente" luego que El Gato saltara la talanquera.

La ruptura de un tubo de alta presión en el complejo petrolero de Jusepín, municipio Maturín, contaminando al río Guarapiche fue lo que marcó punto y final entre los chavistas y el mandatario regional.

El Gobierno central insistía en suministrar agua a los monaguenses y Briceño se negaba porque la contaminación aún seguía. La expulsión de las filas rojas rojitas no tardó: el 14 de marzo el vicepresidente Elías Jaua anunció que "en defensa de los militantes del PSUV (...) resolvemos suspender al ciudadano José Gregorio Briceño del partido por faltas graves contra la revolución y se inicia un procedimiento disciplinario en su contra".

Decisión que la remató el presidente Chávez. "Apoyo plenamente la decisión de nuestro PSUV! Creo que el gobernador Briceño llegó a donde tenía que llegar. Pueblo Heroico de Monagas, conmigo!", escribió el jefe de Estado en Twitter.

CRONOLOGÍA DE LA CACERÍA 

La revancha roja rojita no se hizo esperar. Como si se trata de la maldición de las siete plagas el 6 de febrero comenzó la cacería. Ese día se registró un tiroteo en el gimnasio donde el gobernador se encontraba, allí su escolta fue asesinado.

En principio se hablaba de un atentado, pero también se manejó la hipótesis de robo. Casi un mes y medio después, el 12 de marzo, los demonios se desataron cuando El Gato denunció, a través de Globovisión y Ta Cual , presiones de Diosdado Cabello, presidente de la AN. Motivo que aceleró su expulsión del PSUV.

Una vez fuera, Briceño le pidió la renuncia a Luis Roberto Arrayago, director de Polimonagas, y al estar apoyado por Tareck El Aissami, ministro de Interior y Justicia, se negó.

Al día siguiente, Arrayago militarizó la sede de la policía para impedir que el secretario de seguridad ciudadana de la gobernación, Pedro Bastardo, aliado de El Gato, tomara el cuerpo policial. Con toda esta situación irregular, el 17 de marzo, el Presidente reventó y amenazó con que convertiría a Briceño en "polvo cósmico".

Como si se tratara de una orden presidencial, 12 días después el Parlamento anunció que una subcomisión de Contraloría viajaría para investigar las denuncias contra el gobernador por incumplimiento de los procedimientos establecidos en la Ley de Licitaciones.

Pero, la cosa no quedó ahí. Un día después Conatel cerró cuatro emisoras vinculadas a la gobernación por supuesta clandestinidad. Sin contar con que ese mismo día la Guardia Nacional allanó una propiedad de herencia familiar del mandatario regional.

Paralelamente, el fanatismo del gobierno central por controlar a la policía regional aumentaba y el 31 de marzo funcionarios del Ministerio del Interior y Justicia desmantelaron la sede de la unidad 171 llevándose equipos y paralizando este proyecto. Días después, el 3 de abril, Conatel cerró tres emisoras más por no poseer permiso de habilitación. Hasta el momento van siete emisoras cerradas.

El Seniat tampoco se quedó por fuera. El 12 de abril esta institución ratificó una multa a la gobernación por más de 10 millones de bolívares por algo relacionado con el Estadio Monumental de Maturín, y el 26 de abril se conoce que el director de Polimonagas, Luis Arrayago, amenazó con que introduciría una denuncia ante la Fiscalía en contra del gobernador por instar a la violencia y crear una policía paralela.

Pero la cosa no termina ahí. El 10 de mayo la Comisión de Contraloría sorprendió a la gobernación con su visita para continuar una investigación acerca de supuestas irregularidades en la construcción de obras que se efectuaron sin licitación. Las averiguaciones continúan y El Gato tendrá que seguir sorteando los obstáculos.

RETALIACIÓN O JUSTICIA

Depende del cristal con que se mire, lo cierto es que todos estos hechos ocurrieron en menos de tres meses, poco después que El Gato saltara la talanquera, y no cuando militaba en la revolución. Justicia roja rojita.