POR MI MADRE: DESCARADOS

Tal Cual

En la embajada de Venezuela en Londres los funcionarios se creyeron el rumor de que el viernes 13 de abril, un "Día de la Dignidad" que nos quisieron encasquetar, sería no laborable. Pero no fue así, y lo que hicieron fue usarlo de excusa para violentar el derecho ciudadano y a la participación de quienes viven en aquella ciudad evitando que se inscribieran para votar. Pero la gente ya no come cuento, ni se cala arbitrariedades. Dirán que ganaron la batalla de un día los irresponsables que allí dicen trabajar mientras disfrutan las mieles de la función diplomática. Pero en verdad, están perdiendo la guerra, la de los votos, la de percepciones, la de los derechos civiles, políticos y humanos.

Mientras unos creen que defender a Chávez es más patriótico que asistir a los venezolanos (que para eso están allí y se les paga), otros no se quedan callados. Ya nadie calla, y el grito serán los votos del 7 de octubre.

"¿Y QUIÉN ES ESE?"

CRISTIAN HERNÁNDEZ/ARCHIVO

El chavismo parece un movimiento pegado con saliva de loro en torno al propio Chacumbele. De hecho, la semana pasada, en plena conmemoración históricocuentera del 11 de abril en el propio Puente Llaguno, el "memorable" vicepresidente Elías Jaua se hizo presente para encabezar el acto y dar su discurso. Cuando comenzó a hablar, los presentes fueron testigos de esta conversación entre un señor muy humilde y una furibunda señora enfundada en rojo: - ¿Y ese quién es?, preguntó el señor.

- El Vicepresidente, contestó la consultada.

- Ajá, ajá... ¿pero quién es?, insistió impaciente el sujeto.

- Elíajagua, dijo la mujer.

- Pero, ¿ese quién es?, reiteró el hombre, desconcertado ante la importancia central de quien, para él, era tan solo un tipo vestido de rojo.

Son las consecuencias de ampararse bajo el líder único, ahora ausente.

Por cierto, en la marcha del 13 pasado la botadera de dinero fue tan evidente que los rojitos repartían bebidas energizantes hasta a quienes iban pasando en carro por ciertas avenidas, como si estuvieran marchando.

Cuando hay real, hay real.