Pompeyo Márquez fue, es y será por siempre una connotada figura hermosa y corajuda en la lucha por la libertad y la democracia en esta Tierra de Gracia que vivimos y sufrimos los venezolanos. Y sigue luchando.
La vida le agradece al Santos Yorme que enfrentó la tiranía de Pérez Jiménez hasta la caída de esos años sombríos y dolorosos, lo cual permitió a Venezuela iniciar el camino hacia la civilidad y entrada al siglo XX. Había triunfado en la resistencia su demoledora consigna política: unidad, unidad, unidad. Y sigue luchando.
En su tránsito eterno nuevamente Pompeyo Márquez, junto a otro gigante humanista, su hermano Teodoro Petkoff, y otros forjadores de vida libre, nos devolvió a los venezolanos la esperanza de una sociedad más justa y democrática tras la fundación del MAS, para así abrirnos los ojos, alimentado por la batalla intelectual de Teodoro, frente a los crímenes del inmenso fraude histórico del totalitarismo soviético y las perversiones del hoy fracasado socialismo cubano. Y sigue luchando.
Hoy, rodeado de muchísimos amigos celebramos sus 90 años de generosa existencia y le expresamos agradecimiento por vivir, por su dignidad, por su sabiduría, por sus combates gloriosos infinitos y su reclamo histórico a los venezolanos: Unidad, unidad y unidad frente a la bota militar.
¡Gracias, Pompeyo!
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Felices 90
Pompeyo recibió miles de abrazos felices por la vida del histórico líder político y de pasiones humanas e intelectuales, quien ha sembrado en Venezuela las mejores semillas para que crezcan en días próximos nuevos tiempos de modernidad y libertad.
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