ATENCIÓN USUARIOS DE ARAGUA SIN MIEDO

La computadora desde donde actualizamos la página web de la organización y publicamos los anuncios de los eventos está dañada desde la mañana del domingo 12 de marzo de 2017, por lo que les informamos que haremos una pausa técnica en la actualización mientras resolvemos los inconvenientes. Gracias por su atención!!!

sábado, 31 de marzo de 2012

Mientas tanto


KICO BAUTISTA - Tal Cual

Después de 6 años ha regresado el Festival internacional de Teatro de Caracas. Parecía que la insensatez había acabado con una de los pocos eventos permanentes que tenía el país. Sin embargo, Carmen Ramia y Héctor Manrique se las arreglaron para correr el telón una vez más. Nada más apropiado que dedicarle esta, su edición número catorce, a uno de nuestros mejores pensadores, al gran José Ignacio Cabrujas.

Cabrujas solía decir que este país vivía en un solo mientras tanto. Nada permanecía o se consolidaba. Venezuela era como una carpa. Algo que se ponía y se quitaba.

Mientras en Europa, una edificación podía durar siglos, aquí a los pocos años caía, la derrumbaban de un día para otro y su lugar aparecía cualquier cosa.

Según Cabrujas el venezolano no tenía idea muy clara de la trascendencia.

Su medida del tiempo es corta. Como esos puentes elevados que pusieron por toda Caracas, mientras tanto, y se quedaron un montón de años sin que nadie se detuviera a pensar si había una solución definitiva.

Esa mentalidad esdrújula ha llegado a sus niveles más altos con el chavismo.

Si antes dependíamos del petróleo, bajo los parámetros del socialismo del siglo XXI, la economía ha terminado por convertirse en un verdadero parásito del precio del barril. La revolución ha acabado con todo. Chávez y los suyos no solo se llevaron por el medio el parque industrial y el comercio, ahora Pdvsa construye casas, vende comida y se ocupa hasta de lo más mínimo.

Chávez a diario pretende reescribir la historia. Hacernos creer que el pasado no existe, que la patria comienza con su ascenso al poder y el resto fue pura traición.

Por eso es que el regreso del Festival de Teatro tiene un enorme significado. El chavismo no pudo enterrar más de 30 años de obras y espectáculos de calle. Cerró el Ateneo de Caracas y confiscó el Teresa Carreño. Pero, lo sembrado sobrevivió y allí está de nuevo el arte, las tablas, para el disfrute de la ciudad y de su gente.

Esa es una señal con muchas lecturas.

No pudieron darle solución a ninguno de los múltiples problemas que aquejan a los venezolanos y tampoco exterminaron la cultura, el pensamiento diverso y libertario del venezolano.

La verdad es que se siente por todos lados que vienen tiempos de cambio.

Mientras la unidad democrática se consolida, el chavismo comienza a convulsionar en lo interno. Ha entrado en proceso de incertidumbre. No se sabe qué va a pasar con el líder. Su salud es un tema de especulación. Puede que por la propaganda invasiva oficial, ciertos sectores reaccionen con afecto y solidaridad con el Presidente. Eso está en las encuestas.

Ahora, esa es una tendencia inestable.

No es fácil ir a una campaña electoral en condiciones de debilidad tan evidentes.

Chávez no puede viajar ni moverse como la hace Henrique Capriles. Sus actos proselitistas se limitan a lo que los medios audiovisuales puedan presentar.

Además, no puede tocar ni acercarse a la gente. Permanentemente tiene que estar viajando a Cuba. Esta obligado a radicalizar y a hacer grandes anuncios a cada rato. A tapar el sol con un dedo, mientras el país ve clarito como los servicios se deterioran y la inseguridad llega a niveles de espanto.

A medida que aparecen nuevas encuestas la supuesta ventaja del Presidente aparece más y más chiquita. Hay la sensación de que la pelea es pareja. Por supuesto que el chavismo tiene una enorme capacidad de reacción y juega duro.

Pero, no puede esconder que, por ejemplo, en Datanalisis, aunque gana, su porcentaje está lejos del 50%.

El comando tricolor, la oposición no puede dejar que le quiten la ofensiva.

Tampoco que le impongan la agenda. La respuesta debe ser más rápida y certera.

Hay un 12% de electores clave. La polarización tiende a cerrar los espacios. No se puede perder la brújula. La campaña debe centrarse en los independientes, no alineados y en el descontento.

La oferta hacia el chavismo clase media y el sector D, debe girar en torno a un acuerdo de paz y de progreso. Hay que subirle el volumen al discurso del reencuentro. No va a haber persecuciones ni facturas. El que prosperó en estos años no va a perder lo suyo. Al contrario, se le van a presentar mejores oportunidades.

Viene el pleno empleo. Al mover la economía, destrancarla, ello nos llevará a que aumente la oferta de trabajo. Las empresas van a valer más, igual que las propiedades. Más riqueza para repartirla mejor.

Viene un país prospero. Esa es la corriente que debe sembrarse en la calle.

Ese discurso debe tener como objetivo aplastar el miedo. La idea de que si pierde Chávez o le pasa algo, sus seguidores van a salir a arrasar con todo. Ese país del mientras tanto del que hablaba Cabrujas, tenemos que superarlo para siempre.

No hay comentarios:

Publicar un comentario