Tal Cual Digital
Interpretar una encuesta es como leer un examen de sangre. Es un ejercicio que no es literal, cuyos elementos necesitan ser contrastados para obtener conclusiones que van más allá de lo aparente. Aun cuando la aceptación del Gobierno entre la gente sigue siendo alta, hay un dato que llama poderosamente la atención: probablemente tomando nota de que la casi totalidad de las compañías de estudios de opinión son privadas y caminan por cuenta propia, el Estado ha tomado la decisión de invertir una considerable cantidad de dinero fomentar todo un entorno informativo y de percepciones que oriente las interpretaciones hacia sus intereses
ALONSO MOLEIRO
Hace unos días, atendiendo la invitación de un foro en el rotativo Ultimas Noticias, Oscar Schemel, conocido director de una firma Hinterlaces, le afirmaba a los asistentes que las encuestas no eran, en ningún caso, "instrumentos de propaganda". Hizo a continuación las consabidas elaboraciones en torno a "la fotografía del momento" y al carácter científico de las firmas existentes. Esas que, así como muchas veces aciertan, con alguna frecuencia también se equivocan.
Las reflexiones volcadas aquella tarde, seguidas en mi caso por el twitter, me puso a pensar en la problematizada y dependiente relación de amor y odio que toda la audiencia desarrolla con las firmas encuestadoras. Especialmente en una circunstancia como esta, en la cual gobierno y oposición parece que se jugaran la vida en cada nuevo capítulo.
Cavilando sobre esta controvertida circunstancia pensaba que, por el contrario, y a despacho de lo que afirmaba este respetable investigador, la información que arroja el universo probabilístico puede ser tan concluyente y demoledora que es la primera que se vuelve objeto de promoción interesada en cualquier pugna de opinión pública. Viviendo, como vivimos, una era del ejercicio de la política en la cual, como nunca antes, los juegos se pueden ganar o perder en el universo de las percepciones. Aquello de que para ser ganador primero hay que parecerlo.
A las encuestas salimos a buscarlas, para desglosar sus datos, y entrevistamos a los dueños de sus firmas, como si fueran videntes, y cruzamos su data, y damos por sentado que su información pertenece al sacrosanto universo de lo incontestable.
La dirigencia hace suyos sus números, o los desprecia por completo, con la misma humana pasión que ejerce la política.
Y la manivela vuelve a sus inicios a los tres meses, con el desarrollo de la próxima investigación de campo. En última instancia, la población, que termina por expresar lo que desea en cada elección, confirma sus hipótesis, pero también se encarga de dejarle sentado a todos sobre cuando estas empresa se equivocan. Da lo mismo: la opinión pública olvida estos pasivos con mucha facilidad.
Aun cuando su aceptación entre la gente sigue siendo alta, hay un dato que llama poderosamente la atención: probablemente tomando nota de que la casi totalidad de las compañías de estudios de opinión son privadas y caminan por cuenta propia, el gobierno nacional ha tomado la decisión de invertir una considerable cantidad de dinero fomentar todo un entorno informativo y de percepciones que oriente las interpretaciones hacia sus intereses.
Es una estrategia que tuvo a José Vicente Rangel, precedido de su fama como "datero" natural de la opinión pública gracias al lustre de su programad de televisión de los años 90, un notable precursor. Usando su incuestionable capacidad para desplazarse sibilinamente en escenarios contrapuestos y retratarse como una analista imparcial, Rangel ha librado exigentes batallas para su causa. Una de las más notables, que yo recuerde, si bien no la más exitosa, aquella en la cual le hizo creer a los seguidores del oficialismo que la Gobernación del Zulia estaría ganada por Giancarlo Di Martino en el año 2008.
En esta encarnizada lucha por generar matrices el gobierno cuenta con otros alfiles. Hay uno que no es tan conocido, pero sí extremadamente útil: la Consultora 30/11.
Firma dirigida por solventes académicos que desarrollan de forma rutinaria, de acuerdo a los reportes, un complejo proceso de mediciones con muestras gigantescas para ser consumidos por un gobierno que, como sabemos, suele tomarse muy en serio el metabolismo de la opinión pública para continuar avanzando en su proyecto.
Hace poco, luego de las primarias de la oposición, pudimos ver sus voceros en Venezolana de Televisión, adelantando la encomienda de hablarle a la audiencia del gobierno para hacerla sentir que el impacto de aquella consulta, que como sabemos tomó de sorpresa a todo el mundo, Miraflores de primero, sería mínimo, y que, de cualquier forma, el chavismo tiene un trecho recorrido lo suficientemente grande como para suponer que las elecciones estarían ganadas.
El más mediático de todos es, sin duda, Jesse Chacón. Ministro polifuncional, incondicional del gobierno, ahora trajeado de profesional de la estadística, lleva adelante, con empecinada constancia, un trabajo para presentarse como un quirúrgico analista que le reporta a la opinión pública el incuestionable dictamen de las ciencias exactas.
Se me ocurre que interpretar una encuesta es como leer un examen de sangre.
Es un ejercicio que no es literal, cuyos elementos necesitan ser contrastados para obtener conclusiones que van más allá de lo aparente. Quien haya leído encuestas con alguna frecuencia tiene que saber que la información que se estructura en torno a sus insumos está pasada por el remojo de un complejo entramado de matices y condicionantes, y que no hay cosa más sencilla que adulterar su significado neto con un título que esté apenas ligeramente descontextualizado.
Las gestorías en materia percepciones y las conclusiones parciales tienen, a todo efecto, un contrapunto perfecto: los hechos. Las tendencias de crecimiento y decrecimiento de cada bloque político en los últimos comicios; el margen de error que se cuece en el contradictorio mar de fondo de coacción y dudas que yace en la población como subregistro.
Las mutaciones de perfil que ofrece solita la realidad. Piénsese nomás en cuanto lo ha hecho desde enero hasta el presente.
ATENCIÓN USUARIOS DE ARAGUA SIN MIEDO
La computadora desde donde actualizamos la página web de la organización y publicamos los anuncios de los eventos está dañada desde la mañana del domingo 12 de marzo de 2017, por lo que les informamos que haremos una pausa técnica en la actualización mientras resolvemos los inconvenientes. Gracias por su atención!!!
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario