ATENCIÓN USUARIOS DE ARAGUA SIN MIEDO

La computadora desde donde actualizamos la página web de la organización y publicamos los anuncios de los eventos está dañada desde la mañana del domingo 12 de marzo de 2017, por lo que les informamos que haremos una pausa técnica en la actualización mientras resolvemos los inconvenientes. Gracias por su atención!!!

miércoles, 8 de febrero de 2012

Son más chimbas

Tal Cual Digital

Los usuarios del sistema de transporte reportan que las metrotarjetas están hechas de cartón y por eso no duran nada, cuando éstas se dañen es obligatorio mostrar la factura de compra. Aseguran que para ellos ésta modalidad no tienen ventaja alguna, sobre el uso de los tickets convencionales

KEILYN ITRIAGO MARRUFO/ FOTO: CRISTIAN HERNÁNDEZ

Si se le aplicara un examen a las tarjetas recargables del Metro de Caracas, éstas saldrían reprobadas. Según reportan los usuarios del sistema de transporte capitalino, el material de cartón con el que están hechas ocasiona que se dañen con mucha facilidad y su recarga también es engorrosa puesto que la mayoría de las máquinas dispensadoras están dañadas o imposibilitadas para dar vuelto. Además, no están siendo reconocidas en todos los lectores de las estaciones.

Carlos Becerra, creador de la cuenta de Twitter @CaracasMetro , manifiesta que a diferencia de la practicidad demostrada en el Ferrocarril de los Valles del Tuy, donde igualmente funcionan tarjetas electrónicas para el acceso al servicio, la experiencia de las metrotarjetas del subterráneo capitalino ha sido bastante negativa.

"Para empezar, no se pueden comprar en todas las estaciones, pues se venden sólo en algunas partes. Tampoco las puedes recargar sino hasta que llegue al viaje cero, lo cual implica que el usuario no pueda anticiparse para evitar quedarse sin saldo y tener que abonar en aquellos momentos de congestión en el subterráneo", explica Becerra.

CAMBIARLAS A CADA RATO

La fragilidad del cartón de las tarjetas es otra las críticas más fuertes. Pese a que las autoridades de la compañía estatal aseguren que pueden ser usadas por un año, varios viajeros han reportado su daño en los escasos dos meses de funcionamiento.

Karem Guayamo cuenta que compró por primera vez la tarjeta en el mes de diciembre y cuando hizo la segunda recarga apenas pudo usarla una vez. "Ya no quiso funcionar más y me quedaron 19 viajes abonados. Desde ese entonces ha sido imposible que me la cambien. En las taquillas de Capitolio, Ciudad Universitaria y La Bandera me han dado como excusa que el sistema tiene problemas y por ello es imposible la sustitución".

Luis Cárdenas se queja de la poca practicidad de la máquina de recarga que se ubica sólo en algunas estaciones, "o nunca tiene cambio o no acepta los billetes o está totalmente fuera de servicio, siempre he tenido que recargarla con el operador. Como siempre, hacen las cosas a medias".

Uno de los operadores de la estación Parque Miranda aseguró que si se conserva la factura, como lo ha hecho Guayamo, el cambio pudiera ser inmediato, en las casetas habilitadas para venderlas. De lo contrario, no es posible la sustitución. Admitió que en promedio recibe 2 o 3 tarjetas estropeadas al día, pero para él eso es "poco" ya que asegura vender en promedio 50 diarias.

Explicó que el chip con la información está justo en la parte donde dice "rumbo al Socialismo Bolivariano". Por ello, si la tarjeta recibe un golpe allí deja de funcionar.

Becerra afirma que ante la poca garantía, en la red social que él lidera se han dado algunos consejos para su uso, tales como evitar en lo posible sacarlas de las billeteras para así no tocarlas mucho o plastificarlas.

"Debieron haberlas hecho como las del Iafe (soy usuario), la tarjeta es del material de los carnets y no se recargan viajes sino dinero. Entonces, al usarla, el torniquete te descuenta 2.6 bolívares que es lo que cuesta el viaje", escribió Anibal Montes en la cuenta facebook de Caracas Metro, donde se hizo una pequeña encuesta para conocer las impresiones de los usuarios del subterráneo.

No hay comentarios:

Publicar un comentario