Las piedras como herramienta para causar asaltos en la ARC. (Foto Clemente Espinoza)
Axia Carvallo
El Carabobeño
La Autopista Regional del Centro (ARC) se ha convertido en el lugar perfecto para que antisociales desarrollen sus actividades delictivas, se aprovechan de la ausencia de vigilancia e iluminación para lanzar enormes piedras a los carros que transitan por el viaducto de La Cabrera y asaltarlos cuando chocan o se estacionan para revisar los daños.
Durante la noche, los postes que se encuentran en la carretera no están encendidos, porque han sido robados o están dañados. Quienes transitan ese camino denunciaron que sienten miedo cuando manejan por la zona después de las 6 de la tarde, pues ya han escuchado de casos de familiares o amigos que han sido victimas de ese tipo de fechorías. La peligrosa situación se registra a la altura de Mi Bohío y al pasar el peaje de Guacara. En ese trayecto de la vía hasta llegar al viaducto, no existe ningún tipo de iluminación, ni módulos policiales que resguarden el área.
Los grupos de los delincuentes tienen un modus operandi que consiste en esperar que la oscuridad cubre la ruta, se escoden en sitios estratégicos y esperan el blanco perfecto para lanzar piedras que llegan a la altura del parachoque de los carros y "miguelitos" nombre con el que le conoce a dos cabillas dobladas en la punta, que juntas reflejan una "x" para al pasar los neumáticos exploten. Esto hace que las personas pierdan el control y son interceptados.


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