Por tubería obstruida peligra la vida de 35 familias en el Callejón Vargas de La Lagunita.

LUIS CHUNGA | el siglo
fotos | DANIEL PÉREZ

Domingo Dazo y José Aparicio, dirigentes del consejo comunal

Callejón Vargas de La Lagunita

Cada vez que llueve aumenta el caudal del río Madre Vieja y comienza el vía crucis para las 35 familias que viven en el Callejón Vargas del sector La Lagunita, municipio Girardot. El desborde del río y las aguas de cloacas causan inundaciones ante lo cual las angustiadas familias se ven obligadas abandonar sus modestas viviendas para proteger la vida.

Sin embargo, para el dirigente Domingo Dazo, nada de eso sucedería si las autoridades regionales y municipales tuvieran un poco más de conciencia y desde hace tiempo hubieran destapado la tubería para que esas aguas desemboquen en el río.

Dazo cuenta que hace tiempo una cuadrilla de trabajadores de la Alcaldía de Girardot instaló una tubería para descargar las aguas de cloacas y de lluvias al mencionado río. Sin embargo, otra cuadrilla llegó para hacer un trabajo de limpieza en el río y terminaron tapando el tubo de desagüe.

“Hemos hecho todo tipo de diligencias, hemos acudido a la Alcaldía de Girardot, al gobierno regional, para que destapen esa tubería, pero no nos hacen caso, quizás porque no saben el gran problema que les ocasiona a los vecinos cada vez que llueve, solamente se necesita una máquina pesada para que realice ese trabajo y el problema de las inundaciones queda solucionado”, dijo.

Luego añadió que aparte de las inundaciones existe la pestilencia de las aguas de cloacas, porque el olor pega fuerte. “Hace tiempo llegó una cuadrilla de trabajadores que laboran para una cooperativa pero no quisieron realizar el trabajo, porque dijeron que no tienen seguro de vida”. “Queremos que esos tubos sean destapados y se conecten más abajo, de esa forma las aguas no tendrán problema para desembocar en el río”.

Por su parte, Dalkis Suárez dijo que las autoridades regionales y municipales no saben la magnitud del problema que sufren las 35 familias que viven en el callejón. “Esas autoridades ganan mucho dinero, tienen sus casas en lugares seguros y no les importa que la gente pobre del pueblo viva en estas condiciones, solamente se acuerdan de nosotros cuando vienen a buscar votos, por ejemplo el alcalde Pedro Bastidas, cuando era candidato llegó una sola vez por aquí y nos prometió de todo y mire usted ahora no se olvidó de todos”, señaló Suárez.