El gasoducto Ricaurte podría alcanzar Panamá y Ecuador | EFE/ARCHIVO
EL UNIVERSAL
lunes 5 de diciembre de 2011 12:00 AM
La reactivación de la relación comercial y política entre Venezuela y Colombia reavivó las intenciones de integrar las potencialidades de ambos países en el sector hidrocarburos, valiéndose de la frontera común y el acceso colombiano a los puertos en el océano Pacífico.
Sin embargo, al haberse desempolvado los planes de prolongar el gasoducto Antonio Ricaurte, y de construir un nuevo oleoducto desde la Faja Petrolífera del Orinoco, se desveló el atraso de Venezuela en el sector gasífero, que no terminó de arrancar su explotación pese a contar con más de 190 TCF (mil millones de pies cúbicos) de gas natural en sus reservas.
Esta semana se anunció la renovación por tres años más del convenio de suministro de gas natural colombiano del campo Ballena, en la Guajira colombiana, por el cual el país vecino le suministrará a Venezuela unos 150 millones de pies cúbicos diarios (mmpcd) de gas.
Hace cuatro años, cuando se inauguró el gasoductos transoceánico, se inició el envío de gas natural colombiano a Venezuela, con la expectativa de que al menos cuatro años después el flujo del gas se invertiría en dirección a Colombia, pues Venezuela habría logrado desarrollar su capacidad gasífera al punto de exportar a territorio neogranadino, país que cuenta con tan solo 7,5 TCF en reservas de gas.
Las expectativas llegaban incluso al punto de que se exportaría gas a Centroamérica.
Sin embargo, ahora se anuncia la renovación del convenio de suministro de gas colombiano durante tres años, con la reiterada meta de que para esa fecha Venezuela ya produciría suficiente gas para abastecer su mercado interno y suministrar a Colombia.
Gasoducto y oleoducto
Con la visita del presidente colombiano Juan Manuel Santos a Venezuela la semana pasada se suscribió una Carta de Compromiso para el desarrollo del "Proyecto Binacional Oleoducto de Venezuela Colombia".
Esta propuesta muy ambiciosa comprende la instalación de una tubería de 3.000 kilómetros de largo desde la Faja del Orinoco hasta el Puerto de Tumaco, en las costas colombianas en el océano Pacífico, en la frontera con Ecuador.
Para Venezuela la posibilidad de obtener una salida para su petróleo por la vía del Pacífico es clave, si se considera que los despachos a Asia -sobre todo China- representan más de 400 mil barriles al día y que dentro de tres años podrían llegar hasta un millón de barriles diarios, de cumplirse los exigentes planes de incremento de producción de la Faja del Orinoco.
Este oleoducto sería una modificación de proyecto de poliducto que se discutió hace varios años, por el cual se transportarían derivados como fueloil, además de crudo, hacia Centroamérica.
Por otra parte, la extensión del gasoducto Antonio Ricaurte retoma un proyecto que se paralizó por la ruptura de relaciones entre Venezuela y Colombia. El tramo Ricaurte del Gasoducto Transoceánico tiene 224,5 kilómetros de longitud, y costó 463 millones de dólares.
Ahora se anuncia un proyecto que prevé "la extensión de la red de gasoductos de Colombia y Venezuela hacia territorios de Panamá y Ecuador para de esta manera suministrar gas hacia estos países".
El gasoducto Antonio Ricaurte, inaugurado el 12 de octubre de 2007, había sido considerado por el Presidente Chávez como base de un gasoducto Transandino. EJT
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