sábado 3 de diciembre de 2011 12:00 AM
Adolfo Salgueiro |
La idea de una organización regional sin EEUU dista de ser nueva. Ya el Libertador al convocar el Congreso Anfictiónico de Panamá de 1825 señalaba la inconveniencia de incorporar a una potencia que tempranamente exhibía decidida vocación hegemónica hemisférica (doctrina Monroe).
Es indudable que un evento donde los participantes puedan dar rienda suelta al discurso antinorteamericano les resulta rentable en su frente interno aunque muchos de ellos, privadamente, practiquen una política muy diferente (nos eximimos de hacer la lista)
Estamos en presencia de una especie de OEA sin EEUU? Tal vez. Será esto útil? Tal vez. Tan útil como si en un edificio de propiedad horizontal los condóminos aspiraran reunirse dentro del Reglamento de Condominio y también separadamente sin convocar al mas rico y dueño del penthouse (EEUU) y su socio dueño de un apartamento menor (Canadá).
En el curso del día , cuando se conozcan los documentos finales, sabremos si el continente se inclina por la retórica vistosa pero estéril que propone Venezuela y su clientela del ALBA/Petrocaribe o si predomina la mesura de los países menos levantiscos. En todo caso, habrá que medir no tanto el numero de países de una u otra vertiente sino el numero de habitantes que representan y el peso de sus economías. No es lo mismo Brasil que ronda los doscientos millones o México cercano a los cien que Grenada, Sta. Lucía o Antigua que juntos no llegan a igualar la población de Caricuao aun cuando en homenaje a la "igualdad jurídica" haya que hacer ciertas concesiones.
Solo el tiempo dirá si esto es mas burocracia costosa y vacía o si sirvió para algo.
apsalgueiro1@gmail.com
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