En la urbanización Las Palmas los vecinos se están organizando para frenar la tala de árboles en la zona | VENANCIO ALCÁZARES
DELIA MENESES | EL UNIVERSAL
viernes 9 de diciembre de 2011 12:00 AM
En los últimos dos años, cuatro árboles se han caído en la calle Valencia de Colinas de Las Acacias, en la parroquia San Pedro. El último incidente en ese lugar ocurrió el domingo cuando las enormes ramas de un jabillo abollaron el carro de una muchacha. La familia de la joven ya había perdido otro vehículo el año pasado en esta calle por el mismo motivo.
Haca falta más que lluvia para que un árbol se desplome. Según los especialistas en el área, la mayoría de los derrumbes se deben a la falta de mantenimiento y tratamiento de las plagas unido a las prácticas inadecuadas de corte.
Argelia Silva, adjunta a la Presidencia del Jardín Botánico, teme que se produzca una serie de podas irresponsables a raíz del accidente del martes, donde el médico Carlos Torres Bracho falleció cuando al conducir su camioneta le cayó un árbol encima, en la avenida Orinoco de Las Mercedes.
La solución no es talar los árboles sino tratarlos debidamente. "Así como las alcaldías asumen la limpieza de las quebradas también es su responsabilidad mantener los árboles. Generalmente las podas que realizan son muy severas y desequilibran la especie". Es necesario, agrega Silva, colocarles alquitrán vegetal, antihongos y fertilizantes. También cicatrizar los troncos después de los cortes. Y desinfectar los instrumentos de trabajo cuando se cortan árboles contaminados.
Tanto Silva como Lérida Navas, del Grupo Ecológico San Pedro, coinciden en que falta personal capacitado en el área fitosanitaria que sepa cómo tratar a un árbol enfermo. "Lo que nos mandan son macheteros que realizan podas sin supervisión de un ingeniero forestal", dice Navas, quien junto a los otros miembros del grupo, ha sembrado 130 árboles en diferentes zonas de San Pedro.
Para Oscar Luna, vicepresidente de Sadarbol, urge un proyecto que permita planificar la siembra de especies aptas para la ciudad. "En el pasado se sembraron jabillos, samanes y caobos que debido a su altura, al grosor del tronco y a sus raíces superficiales generan daños a la infraestructura y son un peligro para las personas, por lo que es necesario un control fitosanitario constante".
En la capital respiran unas 400 especies de árboles. Las recomendaciones del biólogo y botánico Jesús Hoyos señalan al roble y el pilón como dos especies idóneas para Caracas pues crecen rápido y ensucian poco, en cambio, las raíces del ficus y del matapalos causan muchos problemas
El caobo o el cedro son especies apropiadas para las plazas, el roble es ideal para las calles y el urape o las palmas para los jardines públicos. Navas agrega que en la parroquia San Pedro han sembrado especies de urape, pilón, tulipán africano, araguaney, apamate, y úcaro negro, que no afectan las aceras. Casi todos los árboles del Área Metropolitana están en desgaste, enfermos y con plagas. La conclusión se obtuvo de un estudio que hizo hace dos años la comisión de Ambiente de la alcaldía Libertador.
La principal enfermedad que afecta a los árboles de Caracas es el guatepajarito, un parásito que se pega al tronco de los árboles. También está la escoba de bruja, una virosis que está acabando con los apamates y los araguaneyes; y la tiña, una especie de bromelia que puede llegar a cubrir por completo las ramas del árbol, impidiéndole respirar. A juicio de Sadarbol, las comunidades deben ejercer más presión para que las autoridades cuiden a los árboles.
FOCOS CRÍTICOS
• A los jabillos de la avenida Paez de El Paraíso les urge una poda supervisada.
• También requieren atención los árboles de la avenida Fuerzas Armadas.
• Santa Mónica es el sector donde, en mayor medida, las especies son víctimas de envenenamiento y agresiones mecánicas.
• En Las Palmas, Candelaria y San Bernardino son constantes las denuncias vecinales por tala de árboles.
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