Las filas de Turgua y Sabaneta se pueblan a raíz de trochas y pasos de servidumbre. Controlar el crecimiento urbano en la zona protectora es urgente | KISAÍ MENDOZA
JAVIER BRASSESCO | EL UNIVERSAL
martes 29 de noviembre de 2011 12:00 AM
A través de la historia, el cinturón vegetal que rodea a Caracas por el Sur ha actuado como una barrera natural que evitó que el crecimiento de la ciudad fuese todavía más caótico. Esa barrera, hoy, corre el riesgo de desplomarse.
Cuando se piensa en las riquezas naturales de la ciudad, el caraqueño suele pensar solo en el Ávila, pues en general desconoce que por el sur existe un área verde cuya extensión de más de 66 mil hectáreas representa casi el 80% de toda la extensión de nuestro principal parque nacional.
Hace ya más de 70 años se prohibió habitar en estas "zonas de reforestación" (fue el primer nombre que se le dio) que envuelven la ciudad desde Guarenas hasta Catia La Mar, y hace casi cuarenta que todo este espacio verde se bautizó con el nombre que hoy se conoce: Zona Protectora de Caracas (ZPC).
El arquitecto Víctor Artís dice que el crecimiento poblacional dentro de los límites de la ZPC es uno de los problemas más graves que enfrenta la ciudad en el mediano y largo plazo. Y al mismo tiempo uno de los que recibe menos atención: "No hay ningún orden, no se están creando servicios, ni siquiera vialidad, nadie está pensando en eso. Un día no tan lejano la ciudad se arrepentirá de no haberle prestado a este tema la atención que merecía".
Cree que el problema nació con la versión original del reglamento de la ZPC en 1972 y se mantuvo en la revisión que tuvo lugar en 1993: allí se omitió la conformación de una estructura urbana general en cuanto a vialidad y servicios públicos.
El reglamento que hoy rige esta zona solo habla de una densidad bruta de 20 habitantes por hectárea, lo que significa que más de un millón de personas podrían habitar sus más de 66 mil hectáreas, y sin embargo no hay ninguna previsión en cuanto a los servicios. Por eso hoy las filas de Sabaneta y Turgua (El Hatillo y Baruta) se están ocupando a partir de caminitos, trillas de hacienda y servidumbres de paso, lo que tiene colapsada la única entrada a El Hatillo (por La Trinidad).
Y critica la manera como se está construyendo Ciudad de Los Indios en un terreno que forma parte de la ZPC, aunque él mismo fue el padre de esta urbe que en principio se llamó Ciudad Vargas: "Están concentrando toda la población permitida en un terreno muy reducido, lo que deja todas las áreas adyacentes sin atención, listas para la invasión. Además no se pensó en los servicios y tienen problemas graves con el agua".
A Douglas Llanos, de la coordinación de Estudios Urbanos de la USB y quien hizo su trabajo de doctorado sobre la ZPC, le preocupa que se hagan urbanismos en estos terrenos sin tomar en cuenta requerimientos primarios de asistencia y educación, lo que hace que sus residentes deban trasladarse a las áreas urbanizadas próximas para acceder a estos, creando más congestión en los servicios y el desplome de la calidad ambiental y de vida. Para él es urgente revisar la normativa vigente y definir qué se hará con esta zona, pensando siempre que forma parte de la ciudad.
Jhandy Caraballo, coordinador de la zona rural de El Hatillo, se sorprende de la cantidad de conucos que hoy se ven por toda la fila de Turgua y Sabaneta, y cree que es perentorio hacer algo antes de que comience la llamada conurbación, elmomento en que se encuentren estas poblaciones con las que existen en los Valles del Tuy.
Ese día, el momento en que esta barrera natural ceda por completo, Caracas será algo todavía más monstruoso e incontrolable. Ese día, como dice Artís, lamentaremos profundamente no haber actuado cuando todavía había tiempo.
UNA VIEJA Y EFECTIVA IDEA
1939. El Plan Monumental de Caracas, (o plan Rotival) habla de zonas de reforestación donde prohíbe construir. Fue el primer intento de detener el crecimiento de la mancha urbana.
1972. La Oficina Municipal de Planeamiento Urbano (Ompu) considera de extrema importancia regular la expansión física de la ciudad, que ya sobrepasaba el millón de habitantes. Con el propósito de contener este crecimiento, se crea el 19 de junio de 1972 la Zona Protectora de Caracas con una extensión de 66.295 hectáreas repartidas a lo largo del territorio de once municipios. Quienes ya tienen casa aquí la pueden conservar.
1978. La Ompu elabora el Plan Caracas 2000, donde se refuerza la noción de esta zona protectora como límite al crecimiento demográfico por el sur.
1993. Se revisa la versión original del reglamento de 1972 y se establece un límite para el crecimiento poblacional: en materia de viviendas se limitan los habitantes a 20 por hectárea. No se instauran obligaciones en cuanto vialidad o servicios.
1994. La ZPC cumple su objetivo 22 años después: se desacelera la tasa de expansión interanual, que pasa de 419,1 has./año entre 1950-71 a 273,5 has./año entre 1971 y 1994.
Estoy totalmente de acuerdo con esta preocupación y lo que es más, ya se han talado en la zona rural, específicamente en la quebrada de Prepo mas de 3.500 árboles y nadie le pone atajo a esto, comprometiendo la estabilidad de las áreas adyacentes a la quebrada y a la flora y fauna en general, mientras alguien no le ponga "el cascabel al gato “esto seguirá ocurriendo, además de que al ser incontrolada la proliferación de habitantes en esta áreas protectora, los problemas de salud, trasporte,vialidad e inseguridad se agravan cada día mas.
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