Vecinos de La Samanera temen que sus casas caigan de un momento a otro

El Aragüeño
20-11-2011
Simón Jesús López
simon.lopez@elaragueno.com.ve

Al menos seis familias que habitan en el sector La Samanera de la parroquia Las Guacamayas, ubicado a orillas de la quebrada de Lamedero, que atraviesa esta localidad del municipio José Félix Ribas, temen por sus vidas tras el efecto que han ocasionado las reiteradas crecidas del mencionado canal, en un terreno que sostiene sus viviendas y que ha comenzado a ceder peligrosamente. En tal sentido, solicitaron a las autoridades que gestionen el embaulamiento con carácter de urgencia, pues de lo contrario, las casas se vendrán abajo de un momento a otro.

Teresa de Arias, quien atraviesa la zozobra de vivir en alto riesgo, relató cómo se desplomó un anexo de su casa, justo cuando ella se encontraba a pocos metros realizando algunas tareas, señaló que fue el grito de un vecino lo que le permitió relatar esta historia, pues de lo contrario habría terminado en el fondo de la quebrada con varias toneladas de concreto sobre su cuerpo; contó que el caballero le gritó que el terreno se estaba cayendo y apenas alcanzó a alejarse cuando la estructura cayó estrepitosamente.

Arias aseguró que el gobierno local está al tanto de esta emergencia, pues hace meses que le están pidiendo ayuda para que no sucediera algo como esto, sin embargo, la dama afirma que el alcalde ha dicho públicamente que no le tenderá la mano a este poblado, pues según ella “el burgomaestre pregona que aquí todas son familias de dinero”. Al respecto, agregó que este poblado no se encuentra en pobreza crítica, pero tienen el derecho de recibir apoyo del Gobierno en un caso de extrema urgencia.

Por su parte, Julio César Ocampo, quien habita una de las 6 casas en peligro, agregó que en la zona no cuentan con los recursos para embaular la quebrada y necesitan que la Alcaldía les facilite las maquinarias para limpiar la canal lo antes posible, aseguró que son muchas personas las que están en riesgo y así lo corrobora un informe de Protección Civil que fue levantado el pasado viernes. Comentó que a unos 150 metros se requiere la construcción de un puente, para que el agua corra fácilmente por un tubo afectado por las constantes crecidas.

Los afectados cuestionaron que el alcalde sólo los visita en campaña electoral y le exigieron que atienda esta calamidad como primera autoridad del municipio, igualmente extendieron el llamado al gobernador Rafael Isea, ya que dijeron estar cansados de tocar sin éxito las puertas de la Alcaldía. “Cuando necesitas votos si se acuerdan de nosotros, pero después nos niegan la ayuda porque supuestamente somos ricos”, aseveraron.

Finalmente, estos ciudadanos dijeron estar en estado de indefensión, pues según sus palabras, tampoco el consejo comunal recibe recursos como sucede en otros sectores de la parroquia, asimismo, reiteraron que es la vida de muchas personas la que se encuentra en peligro, pues la quebrada crece con fuerza cada vez que cae un aguacero; aseguraron que este terreno no es capaz de aguantar otro palo de agua y temen unirse a la lista de damnificados en cualquier momento.

Al clamor se unieron Ramón y Mauricio Araujo, padre e hijo que se han dado a la tarea de apartar los escombros por sus propios medios, comentaron que con la ayuda de los vecinos han apartado enormes piedras y sacado barro a punta de pala, pero esta tarea se volverá estéril si vuelve a presentarse un torrencial aguacero, dijeron que han llamado en más de una ocasión a la directora de Mantenimiento de la Alcaldía, pero no han logrado que les preste una máquina para facilitar sus labores.