Ribas: Denuncian presunta contaminación en la Unidad de Neonatología del Benítez

El Aragüeño
11-11-2011
Simón Jesús López
simon.lopez@elaragueno.com.ve

Un grupo de personas, que aún lloraba la pérdida de un bebé de 5 días de nacido, quien falleció en el Hospital José María Benítez, de La Victoria, el pasado 1º de noviembre, aseguró que el pequeño es uno de muchos neonatos que han dejado de existir en sala de Neonatología de este centro de salud, en los últimos meses. Ellos atribuyen el deceso a la presunta presencia de una peligrosa bacteria, que según sus palabras, “todos saben que existe, pero nadie hace nada al respecto”.

Isabel Vegas, abuela del bebé fallecido y Carolina Madrid, miembro de la familia que le tocó atravesar por este mal momento, aseguraron que no sólo ellas han sufrido las consecuencias de este grave problema, sino un importante número de familias que han reportado casos similares, en los últimos 4 meses. Señalaron que las autoridades del hospital no ofrecen información al respecto y los médicos siguen colocando niños en el retén, a pesar de la supuesta contaminación.

Por su parte, Alexis Mejías, vocero del Consejo Comunal Tanque Lele, afirmó que 18 consejos comunales han venido formulando esta denuncia ante el Ministerio de Salud y la Asamblea Nacional, pero hasta la fecha no han recibido ningún tipo de respuesta, afirma manejar cifras alarmantes, que han sido recabadas por una comisión hospitalaria que conformaron recientemente, pero tampoco la directiva ha puesto interés en detener esta mortalidad que se ha desatado en el área de Neonatología.

Mejías elevó un llamado al presidente de Corposalud y a la ministra del Poder Popular para la Salud, para que se acerquen al lugar y ordenen una inmediata inspección, antes de que más niños sigan falleciendo; igualmente los instó a verificar la situación de los insumos, pues asevera que en el lugar, los pacientes no cuentan con la dotación necesaria para cubrir sus necesidades básicas.

Finalmente, otra dama de nombre Yesenia Rivero, quien señaló que su sobrino recién nacido murió el pasado martes en la noche, dijo que su familiar supuestamente sufría de meningitis, aunque asegura que nunca presentó fiebre, afirma además que la madre fue sometida a una cesárea, porque había perdido líquido y el bebé vino al mundo con un déficit de oxígeno.

Rivero relata que la pediatra le aseguró que con tres días en la incubadora el niño se repondría y así parecía por los resultados satisfactorios de sus exámenes de laboratorio, sin embargo a los dos días le informaron que el bebé requería una transfusión de sangre y en pocas horas falleció, sin que tuvieran tiempo de hacer absolutamente nada. Ella está segura de que fue la bacteria Klebsiela, la que mató a su sobrino y a muchos niños más, que han pasado por esta sala, produciéndose hasta tres muertes en un solo día.

Directiva niega contaminación

Benito Aguilera, coordinador del Consejo Hospitalario, desmintió que los recientes fallecimientos hayan sido por esta causa y aseveró que la cifra de mortalidad se ha mantenido dentro de las estadísticas normales; afirma que sólo siete niños han muerto en los últimos dos meses y fue por problemas al nacer que escaparon de las manos de los galenos.

“No es imposible que existan bacterias comunes en las áreas de hospitalización y terapia, pero hay que estar conscientes de que ellas sólo afectan a niños prematuros que tengan su sistema inmunológico comprometido; a tales efectos ya se están haciendo cultivos para conocer cuáles son las bacterias típicas y de esta manera hacer las correcciones con el apoyo de infraestructura y la Dirección de Epidemiología regional”, dijo el director del Benítez.

En cuanto a la falta de insumos, Aguilera apuntó que la demanda ha superado la parte presupuestaria y por ello se producen fallas eventuales que se han ido solventando sobre la marcha, en tal sentido explicó que reciben insumos médicos tanto por Corposalud, como a través de la Gobernación del estado. Agregó finalmente que en emergencia hay 40 camas, cuando lo regular son 20 y el hospital fue diseñado para 100 mil habitantes de Ribas, pero atiende a más de 60 mil, de todo el eje Este.