Afectados por el lago instalaron campamento en el paseo Mérida porque ya no pueden vivir en sus casas

NOHANNA MORILLO | el siglo
fotos | JIMMY MANTILLA

Las peticiones las siguen proclamando a vox pópuli

Las personas tienen que subsistir con el lago en todas partes

Un problema de nunca acabar se han convertido las afectaciones que ha dejado el continuo crecimiento del lago Los Tacarigua en las zonas urbanas de la ciudad de Maracay.

En esta oportunidad, los habitantes de Brisas del Lago, que viven adyacente al Indio, tuvieron que improvisar una especie de refugio, porque aseguran que ya no pueden vivir dentro de sus casas y están sufriendo un calvario esperando respuesta de las autoridades.

En ese sentido, decidieron armar un campamento al final del paseo Mérida con un paracaídas para poder pasar las noches a la espera de que el gobierno regional y nacional les de respuestas contundentes.

José Sarabia declaró que ya tiene 20 años en el sector y ahora se encuentra mal viviendo, por las condiciones en las que se encuentran son completamente deplorables, porque el agua del lago ya está en su casa. Por ello, también tomó sus previsiones y levantó un pequeño rancho para vivir con su esposa y demás familiares que se tuvieron que salir de la casa.

De igual forma, Marlene Peña, recalcó que su casa se le está viniendo encima porque las paredes se están cayendo, por ello decidieron salir. Sin embargo al igual que sus vecinos claman por una atención inmediata porque la situación es insostenible.

Además ya están cansados de promesas y de trámites burocráticos que no concluyen en nada, porque han entregado carpetas y más carpetas y nada que reciben una solución. Tampoco saben de las comisiones presidenciales porque aseguran que no han pasado por el sector.

Los presentes aprovecharon para denunciar que hasta el hampa está en su contra, porque han sido víctimas del robo por personas inescrupulosas que se llevan lo poco que les queda, como comentó Javier Herrera, quien salió de su casa a llevar a su esposa a la clínica y cuando regresó tenía un boquete en una pared por donde sacaron el televisor, equipo de sonido, entre otras pertenencias. Recalcaron que hasta en lancha llegan los malandros, por ello piden mayor seguridad.