Haz clic para ampliar la imagen |
JOSÉ SUÁREZ NÚÑEZ - TalCual
En un debate abierto sobre el traslado de la Venezuela rentista a la Venezuela productiva, celebrado en el Centro de Estudios de América Latina Arturo Uslar Pietri, de la Universidad Metropolitana, se planteó la posibilidad de que un nuevo gobierno debe quitarle la renta petrolera al Gobierno, porque su propietario es el Estado, la Nación y el Gobierno realiza un uso discrecional de esos dineros, mientras el tema seguirá en discusión.
"Al Gobierno no le alcanza lo que tiene para pagar una nómina de 2.5 millones de empleados públicos, 1.9 millones de jubilados, más de 1 millón de estudiantes y tiene poca capacidad de maniobra petrolera por sus compromisos con China, Petrocaribe y otras asociaciones políticas energéticas con el exterior, de las cuales no ofrece información transparente".
El Centro de Estudios convocará a los candidatos de la oposición para que expongan sus proyectos, considerando que el nuevo gobierno sea una administración de transición para desmontar la maraña de leyes que entorpecen un racional desarrollo del país, no obstante el voluminoso ingreso de divisas por la exportación de petróleo, informó José Ignacio Moreno León, actual director del Centro y ex rector de la Universidad Metropolitana.
SEMBRAR EL PETRÓLEO
El expositor de la "Venezuela rentista a la Venezuela productiva", Humberto García Larralde, investigador del Cendes y profesor titular de la UCV, dijo que la estrategia de desarrollo de Venezuela en el siglo 20 fue la siembra del petróleo, la cual se basó en la transferencia de la renta petrolera al sector productivo y a los hogares.
También Financió la instauración de instituciones de bienestar y la infraestructura, características del proceso de modernización venezolana hasta finales de los años 70 y viabilizó la democracia representativa.
Agregó que, sin embargo, a partir de 1979 el país fracaso en sostener su proceso de desarrollo: "crecimiento con equidad y ambientalmente sostenible.
García Larralde explicó que la siembra del petróleo, según Arturo Uslar Pietri, era aprovechar el petróleo para el desarrollo de la agricultura, y canalizarlo a través de la iniciativa privada.
Uslar Pietri consideraba que la actividad petrolera no podía sustentarse en el desarrollo nacional, pues su riqueza era efímera, distorsiona la economía y perjudica las actividades auténticamente productivas. Aseguraba que la riqueza fácil atenta contra la ética del trabajo y genera actitudes moralmente criticables. Uslar según García fue portavoz de un liberalismo modernizador.
Para Rómulo Betancourt la siembra petrolera debe servir para mejorar las condiciones de vida del venezolano y así incorporarlo a la modernización del país. Debe invertirse en servicios públicos y asistencia social, como condición para la inversión productiva, y crear el mercado doméstico.
"La modernización proseguida está asociada a la industrialización y la urbanización, y el proceso de sembrar el petróleo debe realizarse bajo la égida del estado tutor.
Por lo tanto, es central a la consolidación de las instituciones democráticas". Según García Larralde, Betancourt formula las pautas del Estado para diseñar las políticas públicas durante el resto del siglo." García señaló en su exposición que el petróleo es visto como un intruso, como algo ajeno a la economía venezolana, cuya pertinencia para la formulación de propuestas de desarrollo estribaba en la provisión de recursos con los cuales financiar a los "verdaderos" sectores que fundamentan el desarrollo del país.
El expositor dijo que entre 1950 y 1990, el Estado no hizo competitivo al sector privado, impulsó la inflación a partir de los años 70, creo un presidencialismo excesivo, el debilitamiento de la democracia, valores y conductas políticas adversas al mérito, y auspició el reparto de la renta petrolera como política de Estado.
La apertura y liberalización de la economía con CAP II fue capitalizado por prédicas populistas con el propósito de regresar a esquemas superados. La versión actual de la siembra petrolera expresada por el presidente Chávez, es que no se puede concebir el modelo económico que queremos construir si no incluimos la gota petrolera.
También fracasa en la revolución socialista y desde la aplicación del control de cambios han emigrado más de 132.000 millones de dólares, porque el socialismo petrolero es inviable como estrategia del desarrollo, agrega García Larralde.
No hay comentarios:
Publicar un comentario