LORENA ARRAIZ | ESPECIAL PARA EL UNIVERSAL
miércoles 12 de octubre de 2011 12:00 AM
Foto Archivo |
Moronta indicó que el diagnóstico fue elaborado por sacerdotes, laicos comprometidos, profesores universitarios e integrantes de los secretariados pastorales. "Tiene como objetivo particular y evangelizador asumir compromiso de contribuir con la renovación moral de la sociedad tachirense", argumentó.
Destacó la crisis de valores que conlleva a la violencia en los diferentes géneros tales como sicariato, prostitución de niños, niñas y adolescentes, muchas veces propiciada por los padres, así como violencia doméstica, actos lascivos en las escuelas, colegios y liceos, y la proyección de contenido violento y sexual por parte de algunos medios de comunicación social.
"La inseguridad no es una sensación, es una realidad que se vive en el país y en donde debe trabajarse", dijo.
El obispo del Táchira indicó que la responsabilidad no es solo del Estado venezolano, "sino de todos nosotros ya que debemos agotar todos los esfuerzos, contar con la gente, dialogar y conocer mejor la situación que vive la gente para poder ayudarlos".
"En las cárceles observamos que éstas no son centros de regeneración sino donde se incrementa la delincuencia", acotó Monseñor.
Destacó que las autoridades no deben hacer campañas de prevención solo en fechas especiales como carnaval, semana santa o navidad. "Debe hacerse un trabajo permanente por cuanto es una realidad constante la que vivimos en materia de violencia".
"Se debe trabajar en la salud espiritual y moral de nuestros niños, comienza desde la casa y se refuerza en la escuela; sin embargo, notamos con preocupación cómo los niños reciben mensajes donde se avala el alcoholismo, los actos inmorales o la violencia a través de las redes sociales y de los medios de comunicación", declaró Moronta.
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