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sábado, 1 de octubre de 2011

Cuatro horas para subir a la capital

Llegar a Caracas desde los Valles del Tuy se convirtió ayer en toda una odisea

A la estación Charallave Norte (extrema izquierda) se dirigió la gran mayoría de las 110 unidades habilitadas para trasladar a los usuarios de forma gratuita en la ruta Valles del Tuy-Caracas. Allí, las colas de gente eran muy largas, y aunque avanzaban con rapidez, los usuarios debían estar allí alrededor de una hora en los lapsos pico de la mañana. Nuevo Circo (izquierda) estaba repleto de unidades, mientras que en Cúa (arriba) la gente se quejaba de que no habían habilitado suficientes transportes para el traslado desde esa ciudad a la estación Charallave Norte, en donde abordarían otro autobús para llegar a Caracas.

JAVIER BRASSESCO | EL UNIVERSAL
sábado 1 de octubre de 2011 12:00 AM


Subir de los Valles del Tuy a Caracas pasó de ser algo cotidiano y se convirtió ayer en una odisea para miles de personas ante la suspensión del servicio de trenes. Una odisea que podía tomar más de cuatro horas.

El accidente que ocurrió en el ferrocarril Ezequiel Zamora en la mañana del jueves no solo afectó a quienes utilizan diariamente este servicio, sino que afectó todo el sistema de transporte, a pesar de que el Gobierno habilitó 110 unidades para la contingencia.

Uno de los problemas fue que la gran mayoría de estas unidades atendió solo a una de las tres estaciones (Charallave Norte), mientras en las otras dos (Charallave Sur y Cúa) se sufría lo indecible ante la gran afluencia de personas, que desbordaron de largo las unidades.

Pero incluso en la estación Charallave Norte la cola para abordar alguno de los metrobuses especialmente habilitados ("Servicio Especial" se podía leer en la pantalla digital que identifica la ruta) era tan larga que la gente se tardaba alrededor de una hora en abordar una unidad hacia las siete y media de la mañana, con todo y que avanzaba con rapidez.

Karitza Infante estaba allí y venía de Cúa. Relató que lo más difícil había sido salir de la ciudad en la que vive, porque allí las unidades de Sitssa apenas estaban llegando. Cuando lo hacían no transportaban a los pasajeros directamente a Caracas sino a esta estación de Charallave Norte, en donde a los usuarios les esperaba otra cola.

En Cúa la estación estaba cerrada y los autobuses de Sitssa llegaban al terminal. De un lado estaba la gente que hacía cola esperando estas unidades que sin ningún costo les trasladarían a la estación Charallave Norte (para tomar, como ya se dijo, otra unidad que los llevara a la capital), y enfrente estaba la otra fila de gente que, diez bolívares y más de una hora de cola mediante, esperaban abordar un carrito que los llevara directamente a Caracas.

La cola de quienes esperaban las unidades oficiales era mucho más corta pero apenas se movía. Freddy Silva se quejaba hacia las ocho de la mañana, que tenía hora y media de haber llegado al terminal y todavía no lograba embarcarse.

Pero donde más se sufrió fue en la estación Charallave Sur. Allí la gente debía hacer colas de más de tres horas antes de subirse a alguno, mientras en las afueras los piratas hacían su agosto, cobrando entre 25 y 30 bolívares el pasaje (10 es el precio oficial). Los taxis se multiplicaban y subían llenos a Caracas, cobrando 50 bolívares por puesto.

Como factor positivo habría que destacar que en todas estas estaciones se habían desplegado suficientes policías y personal de seguridad.

Luis Antonio Padilla tenía ya más de tres horas esperando a las nueve de la mañana: "Casi toda la gente se cansó, se fue. Yo ya estoy adelante y no me voy a salir ahora, ya avisé en mi trabajo que iba a llegar tarde", decía, aunque no sabía cómo se lo iban a tomar: el jueves no fue y ayer llegaría tarde y se tendría que ir temprano por el mismo problema.

En las otras ciudades de los Valles del Tuy como Yare o Santa Lucía la suspensión del servicio trajo más calma que trajín, pues la gente tomó sus precauciones, y como no cuentan con una estación de tren decidieron quedarse allí, agarrar alguna cola con un amigo o bien tomar carritos que los trajeran directamente a Caracas.

Desde la estación Charallave Sur, Leonor Gil se quejaba de que los medios de comunicación solo le prestaran atención a este tren porque hubo un accidente: "Todos los días viajamos como animales, los trenes salen cada cuarto de hora y repletos, no hay seguridad, y a nadie le importaba".

CAUSAS POSIBLES DEL ACCIDENTE

El Ministerio de Transporte y Comunicaciones maneja varias hipótesis en cuanto a lo que pudo haber causado el accidente de trenes, pero aún no ha ofrecido una versión oficial. Fuentes del ministerio explican que esto se debe a que la investigación (que no es solo técnica, pues en ella participa incluso el CICPC) está en pleno proceso y no se quieren adelantar a ofrecer declaraciones hasta tanto no exista una total certeza en cuanto a qué fue lo que realmente ocurrió.

Fuentes ligadas al Instituto de Ferrocarriles del Estado, sin embargo, afirman que el ferrocarril Ezequiel Zamora, que cubre la ruta Cúa-La Rinconada, viene laborando de forma "degradada", no solo por falta de trenes (muchos han debido ser "canibalizados" por falta de repuestos) sino porque el sistema de protección de trenes no funciona en todos los tramos del recorrido debido a que se han robado cables y no han sido sustituidos.

De acuerdo a esta versión, el jueves se enviaron dos trenes vacíos para recoger pasajeros en los Valles del Tuy, y uno de ellos tuvo problemas en un tramo donde no funciona el Sistema Automático de Protección de Trenes (ATP por sus siglas en inglés), por lo que no se pudo evitar el choque con el que venía detrás. El impacto provocó el descarrilamiento, y el posterior choque con un tren cargado de pasajeros.

Los sistemas de protocolo de seguridad de evacuación tampoco funcionaron y la gente tuvo que caminar hasta 12 kilómetros, ya que en el momento del choque se suspendió la electricidad y los trenes que venían desde La Rinconada se quedaron a mitad de camino. MC

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