foto | JAVIER TROCÓNIZ
Desde hace años estas familias organizadas por consejos comunales han referido los informes correspondientes ante la alcaldía y el gobierno regional para ayudas habitacionales, pero hasta la fecha no han recibido soluciones. Agotados y cansados de tanto esperar manifestaron que ahora ruegan por una vivienda a través de la Gran Misión Vivienda.
Cabe resaltar que Manuelita Sáenz está ubicado en El Viñedo III de San Vicente. Es un sector donde las solicitudes de sustitución de ranchos por casas introducidas en los diferentes entes competentes abundan. Sin embargo, el principal problema de sus habitantes es ser desalojados con urgencia ya que el lago está subiendo el nivel y cuando llueve llega a las puertas de sus viviendas.
Según denunciaron los afectados, nadie se ha hecho presente en el lugar para ofrecer solución a esta contingencia, están preocupados porque hay niños especiales y con algunas enfermedades que atender, así como también personas discapacitadas.
“Estamos pidiendo vivienda porque nuestras casas se están derrumbando, solicitamos al gobernador o la alcaldesa que se presenten al lugar para que vean la situación tan crítica que estamos padeciendo”, manifestó Carmen García, miembro del CC Manuelita Sáenz.
Lo que más les indigna es no recibir respuestas “sinceras” de los entes encargados. “Nos dicen que nos van a venir mañana, que dentro de una semana, y así nos han tenido toda la vida”, expresó otra de las afectadas, quien también dijo: “Estamos en una incertidumbre. Por lo menos antes teníamos lejos el lago, ahora lo tenemos mas cerca y tememos que el lago se nos lleve las casas”.
En completo olvido
A pesar que este sector queda dentro de El Viñedo III de San Vicente, es un rincón completamente olvidado de los organismos de salud, gobiernos municipal y regional ya que en vista de las incontables problemáticas de vialidad, obras de drenajes, vivienda, aseguran que los entes del estado solo visitan la entrada de esta populosa comunidad.
“Lo que vienen es a buscar votos, nosotros tenemos ocho años aquí y jamás ha venido ningún alcalde, ni Isea. Solamente se dedican a ir hacia las primeras comunidades de San Vicente, se olvidan de nosotros, pues aquí recuerden que también hay múltiples necesidades”, dijo Yumari Yánez, una de las principales afectadas.
En este sentido, Yánez recordó que en meses pasados su humilde vivienda se prendió en llamas por lo que perdió absolutamente todo: “Sólo recibí ayuda de mis vecinos pues hasta el momento estoy esperando que vengan a ayudarme cosa que si hacen las otras alcaldías”.
Igualmente, Tairon Ruiz, miembro del consejo comunal, resaltó que en vista de los incontables problemas, les ha ocasionado enfermedades, por el colapso del pozo séptico así como las lagunas que se forman cuando llueve. “Cada vez que hay lluvias se anegan las calles, como ríos, también tememos que el nivel del algo siga creciendo y esto se vuelva a meter mas hacia la comunidad”.
Inseguridad latente
Pero el lamento de la comunidad no sólo se centra en los servicios básicos. Entrar y salir del lugar es toda una odisea, no sólo por la falta de transporte público, que hace que los habitantes tengan que transitar a pie un largo trecho antes de llegar a la avenida principal, sino porque en plena parada de autobuses los malandros aprovechan para hacer de las suyas y robar a todo el que llega.
Los organismos policiales muy poco los visitan, y eso hace presumir a los vecinos que los funcionarios temen exponer sus vidas en estas calles de barro, las cuales se han vuelto peligrosas y oscuras pues hasta la luz falla.
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