Miles de personas, incluyendo trece senadores y diferentes autoridades, pasaron hoy por la capilla ardiente del ex presidente, instalada en la sede del Concejo Municipal de Juiz de Fora, la ciudad del estado de Minas Gerais en la que Franco pasó la mayor parte de su vida y de la que fue alcalde dos veces.
A su llegada procedentes de Sao Paulo los restos mortales del exmandatario fueron recibidos en el aeropuerto por sus hijas, Fabiana y Georgiana; por el senador Aecio Neves, ex gobernador de Minas Gerais y uno de sus principales aliados políticos; por el actual gobernador de Minas Gerais, Antonio Anastasia, y por el alcalde de Juiz de Fora, Custodio Matos.
El cuerpo fue trasladado hasta la sede del Concejo municipal en un coche de bomberos bajo los aplausos de miles de personas.
Además del vicepresidente y de Sarney, en su condición de presidente del Congreso, al velatorio también acudieron, entre otros, el ministro de Ciencia y Tecnología, Aloizio Mercadante, y varios senadores y diputados federales.
El velatorio proseguirá el lunes en el Palacio de la Libertad, la sede del gobierno regional de Minas Gerais en la ciudad de Belo Horizonte y a donde se espera la llegada mañana de la presidenta brasileña, Dilma Rousseff, y de varios ministros.
Itamar Franco murió el sábado a los 81 años de edad en el hospital Albert Eintein de la ciudad de Sao Paulo en donde estaba siendo tratado de leucemia desde el 21 de mayo pasado.
Su salud se agravó el 27 de junio cuando se le diagnosticó una neumonía aguda y finalmente murió ayer tras sufrir un accidente cerebro-vascular.
Los restos mortales del exgobernante serán incinerados en la tarde del lunes, según sus deseos.
Rousseff, que declaró luto oficial de siete días, llegó a ofrecerle a parientes de Franco el Palacio presidencial de Planalto como local para el velatorio, pero la familia aclaró que el deseo del exmantario era ser velado en Juiz de Fora y en la capital de Minas Gerais, estado del que fue gobernador entre 1999 y 2002.
Pese a que siempre consideró a Juiz de Fora como su ciudad natal, el ingeniero Itamar Augusto Cautiero Franco nació el 28 de junio de 1930 a bordo de un navío que realizaba un viaje entre Río de Janeiro y Salvador, ciudad esta última en la que fue registrado.
Además de Sarney, Collor y Lula, que hoy destacaron la importancia política de Franco en la historia de Brasil, el expresidente Fernando Henrique Cardoso (1995-2002) dijo el sábado que su antecesor no sólo garantizó la estabilidad democrática del país sino también la económica, ya que en su gobierno terminaron décadas de inflación fuera de control.
Franco, que ejercía desde enero un mandato como senador del opositor Partido Popular Socialista por el estado de Minas Gerais, fue elegido vicepresidente en 1989 como compañero de fórmula de Collor y terminó asumiendo la Presidencia en octubre de 1992 tras la renuncia del titular acorralado por un escándalo de corrupción.
Franco nombró al entonces senador Fernando Henrique Cardoso primero ministro de Relaciones Exteriores y después de Hacienda, lo que le sirvió a éste último de plataforma para su exitosa candidatura presidencial en 1994.
Tanto Franco como Cardoso fueron los responsables del Plan Real de ajuste económico que en 1994 garantizó la estabilidad de la economía brasileña y puso fin a una inflación que entonces superaba el 1.000 por ciento anual.
Fotografía sin fechar del expresidente y senador brasileño Itamar Franco quien murió ayer, 2 de julio, a los 81 años de edad en el hospital de la ciudad de Sao Paulo en donde era tratado desde mayo pasado. EFE/Archivo
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