el siglo
fotos | OSWALDO CABRERA
El pueblo de Guayabal bajó a esperar respuestas de las autoridades
Caminata forzada para poder llegar a casa
Agobiados por un cúmulo de problemas, entre ellos inseguridad, carencia de agua, falta de alumbrado y mal estado de la vialidad, los vecinos del sector Guayabal, municipio Zamora, salieron ayer a protestar, cerrando desde las 9 de la mañana la carretera Villa de Cura-San Francisco de Asís.
Ana Jiménez, Carmen Alicia Díaz y Sorángel Alvarado se encargaron de detallar la situación: “Lo que más nos agobia es la inseguridad. Aquí no hay un módulo policial ni vigilancia alguna, vivimos desamparados en este sentido y para colmo no contamos con alumbrado público, lo cual les facilita “el trabajo” a los delincuentes”.
Con el agua potable tienen dificultades desde hace cuatro meses, y últimamente se las estaban suministrando los días lunes y jueves, pero ya llevan ocho días que no les llega ni gota. “El servicio es demasiado deficiente, y como funciona por sistema de rebombeo, cuando falla la electricidad, obviamente nos quedamos también sin agua”.
“Por otra parte, el puente de acceso a esta comunidad -a unos 50 metros de la carretera- está sumamente deteriorado, y no sería extraño que un buen día de estos nos quedáramos incomunicados. Del resto, todas las calles están en mal estado, totalmente llenas de huecos, y de polvo o pantano según cambie el clima”.
Ayer a las 10 de la mañana la cola de automóviles entre Villa de Cura y San Francisco se hizo kilométrica, extendiéndose hasta las cercanías de la planta eléctrica de Villa de Cura. “Estamos cansados de que las autoridades nos sigan engañando -añadieron los vecinos- y si el alcalde no se digna atendernos, vamos a hacer una protesta mayor, porque estos problemas no sólo están afectando a Guayabal, sino también a otros sectores como La Molinera, Fátima y Virgen de Coromoto, cuyos habitantes también están dispuestos a incorporarse a esta lucha por mejores condiciones de vida”.
Dicen los moradores de Guayabal que a los tantos problemas se ha sumado el de la desincorporación de la doctora Eracis Zuret del CDI local: “Esta profesional, que estaba con nosotros desde enero, venía trabajando muy bien, porque de verdad conoce el oficio y además brinda una excelente atención a los pacientes. Pedimos a las autoridades sanitarias que reconsideren la medida y la reincorporen a la brevedad a este centro de salud”.
Comentan además que tampoco están recibiendo los beneficios de Mercal desde que hace unos días mataron al dueño de un camión que llevaba hasta allí los productos. “El hampa no nos deja vivir en paz, y para colmo, con el crimen de ese señor, nos quedamos sin la comida barata. Por la misma situación de inseguridad no contamos con el gas, porque los conductores de los camiones tienen temor de entrar al barrio, y cuando a fuerza de súplicas acceden a atendernos, tiene que ser acompañados de miembros de la comunidad...¡Así no se puede vivir!..”
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