En diversas partes del mundo se han realizado manifestaciones y pronunciamientos de distinto calado sobre la situación venezolana tras las protestas que se iniciaron el pasado 12 de febrero AP
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UN CASO, TRES POSICIONES
REYES THEIS | EL UNIVERSAL
domingo 2 de marzo de 2014 12:00 AM
Los recientes acontecimientos violentos en Venezuela han evidenciado las diferencias y coincidencias que distintos gobiernos tienen sobre la llamada Revolución Bolivariana.
Desde que ocurrieron los hechos el 12 de febrero pasado en la marcha estudiantil que acudió a la Fiscalía y terminó con saldo de dos muertos y varios heridos, y durante todo el desarrollo de protestas y represión violenta de las mismas, la comunidad internacional ha expresado su opinión o recomendaciones sobre los acontecimientos.
Uno de los primeros que alzó su voz -sin esperar mucho para determinar lo que realmente había ocurrido- fue el Gobierno de Cuba, que ya el 13 de febrero mostraba su apoyo y solidaridad al Gobierno venezolano y calificaba los hechos violentos como un intento de golpe de Estado.
En este sentido, los países aliados del Gobierno venezolano en América del Sur y el Caribe y con mayor énfasis los que integran la Alianza Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América (ALBA) y algunos dependientes de los convenios de Petrocaribe, se adelantaron a solidarizarse con el Gobierno del presidente Nicolás Maduro.
Argentina, Ecuador, y Bolivia, naciones donde hay actualmente mandatarios de izquierda, están entre los que apoyan al Gobierno.
Otro grupo de países o personalidades han mostrado diferencias abiertas con la actuación del Gobierno venezolano en las protestas.
En este grupo destaca la posición del presidente de Estados Unidos, Barack Obama, quien calificó de "inaceptable" la violencia en Venezuela y pidió la liberación de los manifestantes detenidos.
En un tono aún más contundente se expresó el expresidente de Costa Rica y premio Nóbel de la paz, Oscar Arias, quien señaló que "la sola existencia de un Gobierno como el de Venezuela es una afrenta a la democracia".
Por su parte, el Gobierno panameño fue el único que pasó del discurso a la acción y solicitó a la Organización de Estados Americanos (OEA), una reunión del Consejo Permanente para evaluar la posibilidad de una reunión entre los cancilleres de los países miembros para debatir sobre la crisis.
La mayoría de los gobiernos y entes de integración, han empleado un lenguaje más diplomático, que no responsabiliza a ningún sector, sino los emplaza al diálogo.
En ese grupo, destacan las palabras del secretario general de la OEA José Miguel Insulza y del secretario general de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), Ban Ki-Moon.
Costa Rica, México y Paraguay están también entre las naciones que no califican a las partes, que no se refieren a la existencia de un golpe de Estado ni de represión violenta de las fuerzas de seguridad.
Por otra parte, el presidente de Colombia, Juan Manuel Santos, emitió una declaración comedida en la que expresó preocupación por los acontecimientos y llamó a la calma, pero Maduro respondió: "Me va a venir a dar lecciones a mi de democracia el presidente Santos cuando yo lo que estoy haciendo es defender a Venezuela".
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