ATENCIÓN USUARIOS DE ARAGUA SIN MIEDO

La computadora desde donde actualizamos la página web de la organización y publicamos los anuncios de los eventos está dañada desde la mañana del domingo 12 de marzo de 2017, por lo que les informamos que haremos una pausa técnica en la actualización mientras resolvemos los inconvenientes. Gracias por su atención!!!

sábado, 16 de febrero de 2013

La fe de vida

Tal Cual

Las imágenes de Chávez, los vagos e imprecisos comunicados de Villegas en torno a la salud del Presidente, sin embargo no terminan de responder las preguntas de fondo: ¿Podrá volver el presidente Chávez al ejercicio del poder? Y tal vez la más crucial, ¿cuándo?

ANDRÉS CAÑIZÁLEZ

La divulgación de las primeras imágenes del presidente Hugo Chávez, tras algo más de dos meses de ausencia por su tratamiento médico en Cuba, ha generado varias lecturas.

Hace escasamente una semana un buen amigo del chavismo de base, aquel que comulga con el proyecto social del jefe de Estado sin estar en la rosca de la corrupción, me preguntó en plano de confianza: ¿será que Chávez sí está vivo?

Desde mi punto de vista la difusión de estas primeras imágenes, en compañía de sus dos hijas ­muy sonrientes ellas, por cierto­ no es otra cosa que brindarle al país, y posiblemente al mundo chavista, una prueba de vida.

Que el paciente sostenga un ejemplar del periódico Granma no es otra cosa que ratificar que Chávez está vivo. Eso tiene efectos de diverso orden en el mundo político venezolano.

Parto de la premisa de creerle, en esta ocasión, al gobierno. Nos quiere mostrar que Chávez está vivo y doy crédito de ello. Sin embargo, resultan sumamente contradictorios los mensajes que envió el gobierno de forma simultánea.

Por un lado el ministro de Comunicación e Información, Ernesto Villegas, confirma lo que ya se conocía informalmente, el jefe de Estado tiene problemas para respirar, debe estar asistido en esa función vital, y por tanto también su voz está afectada.

Aun cuando eso es lo que se nos dice por vía oficial, en la foto se muestra a Chávez respirando sin ninguna asistencia. ¿A quién debemos creerle? O sencillamente se apela, dentro de la estrategia comunicacional del gobierno, a aquel viejo axioma muy válido en la comunicación política: una imagen vale más que mil palabras.

Finalmente es la foto la que le dio, en cuestión de segundos, la vuelta al mundo y es lo que finalmente quedará grabado de este momento que vive el presidente Chávez y en consecuencia nuestro país. Todo ello en la medida en que la política venezolana gira en torno a Chávez, aun cuando éste se encuentre ausente.

Tras más de dos meses de haber sido sometido a una intervención quirúrgica en Cuba, que sería la cuarta operación en cosa de año y medio, que sea sólo ahora en que se muestren las primeras imágenes de Chávez nos habla de la gravedad y las complicaciones que ha enfrentado el Presidente en estos meses.

La foto sólo nos arroja una pista que trata de apuntalar la siguiente idea: ya pasó lo peor. Los rostros sonrientes de las hijas de Chávez simbolizan no sólo alegría, sino en este caso muy particular esperanza. De otra forma no se entiende que la lectura del aburridísimo Granma vaya a generar tales sonrisas en medio de una habitación que suponemos es un cuarto de hospital.

Las imágenes de Chávez, los vagos e imprecisos comunicados de Villegas en torno a la salud del Presidente, sin embargo no terminan de responder las preguntas de fondo: ¿Podrá volver el presidente Chávez al ejercicio del poder? Y tal vez la más crucial, ¿cuándo?

Tras más de dos meses el acceso a la información sobre el real estado de salud del jefe de Estado sigue marcado por el secretismo, que no tiene otra finalidad que razones de orden político-electoral, tal como quedó al descubierto a fines de 2012.

El presidente Chávez y su equipo le mintieron al país durante la campaña electoral asegurando que se encontraba completamente curado del cáncer, con el objetivo de alcanzar la reelección.

El propio Chávez confesó, después del 7 de octubre, cuando ya las cartas estaban echadas, que hizo una campaña a media máquina y en contra de las recomendaciones de sus médicos. Sin embargo, en sus mensajes como candidato que perseguía el voto popular, Chávez evitó decir la verdad.

Con tales precedentes, desde mi punto de vista, debe leerse con sumo cuidado el asunto éste de la divulgación de las imágenes del presidente Chávez junto a sus dos hijas.

Tal hecho ha ocurrido cuando de forma paralela la maquinaria comunicacional del gobierno se ha encargado de mostrarnos a un Nicolás Maduro en plenas funciones, incluso en pleno vuelo. Y nada de esto resultó casual. Tal como lo hemos señalado, si en algo es exitoso este gobierno es en materia de su política comunicacional.

Tal como hemos recordado días atrás, hace algunos años Ignacio Ramonet bautizó a la televisión como la máquina de producir acontecimientos.

Según la tesis de este intelectual, tan avenido al chavismo, la televisión no sólo tiene la capacidad de reseñar lo que ocurre, sino que en la medida en que puede imponer agenda pública, en esa misma medida coloca y posiciona temas, obliga a los ciudadanos a hablar de ellos.

En dos platos, construye acontecimientos. Esa misma lógica, tan negativa en la denuncia del Ramonet de años atrás, tiene lugar hoy en día y especialmente en este tiempo de ausencia del presidente Hugo Chávez.

Durante los dos meses y algunos días de silencio de Chávez, sus herederos no han tomado ninguna decisión de gobierno de envergadura (salvo la devaluación, que a todas luces resultaba inevitable), pero sí han tenido una capacidad evidente para manejar la agenda de la discusión pública. Se trata de un gobierno que construye acontecimientos.

No hay comentarios:

Publicar un comentario