Ayer se conoció que en los Valles del Tuy, funcionarios policiales rescataron de una quebrada una bolsa con restos humanos. Alguien hizo picadillo el cuerpo de otro ser humano y lo lanzó al río. No es CSI, ni ninguna de las series de ficción gringas. Nadie sabe que le pasa al "hombre nuevo"
El gobierno nacional habla del "hombre nuevo". Lamentablemente, si nos ceñimos a las evidencias, es necesario evaluar cómo es ese hombre nuevo, qué educación está recibiendo, por qué es tan violento, incluso tan bárbaro. Tan solo ayer se conoció que en los Valles del Tuy, funcionarios policiales rescataron de una quebrada una bolsa con restos humanos. Alguien hizo picadillo el cuerpo de otro ser humano y lo lanzó al río. No es CSI, ni ninguna de las series de ficción gringas.
El relato es real, y criollito. Tiene que haber urgente una revisión de nuestra educación, de nuestro tejido social. Ya no es solo que haya malandreo, inseguridad, robos y arrebatotes. Ya tampoco es que haya asesinatos.
No. Ahora estamos frente a la barbarie: descuartizados y torturas, entre otras prácticas. Esto no se arregla con pañitos calientes sino con una verdadera y profunda revisión de cómo recomponer el tejido social y no dejar que nos siga comiendo la ley de la selva, la supremacía del más sangriento. Es urgente.
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