El consumo en bienes y servicios de los hogares creció 81% en términos reales entre 1998 y el 2011 ARCHIVO
ENDER MARCANO | EL UNIVERSAL
domingo 7 de octubre de 2012 12:00 AM
Definir económicamente a Venezuela es relativamente sencillo: es un país con alta inflación, dependencia de las importaciones, un sector productivo que pierde espacio ante el crecimiento del Estado, este último sustentado en el boom de los precios del petróleo.
Al país le ha costado alejarse de este modelo que lo coloca a merced de los vaivenes del volátil precio del petróleo, como en 2008 cuando cayó más de 90 dólares y sumió a la economía en una recesión de dos años, 2009 y 2010.
Pero precisamente el auge en el valor del crudo en los últimos ocho años ha sido el principal alimento para un Producto Interno Bruto (PIB) que pasó de 90 mil millones de dólares en el 2000 a más de 315 mil millones de dólares al cierre de 2011.
El efecto en los hogares se ha sentido. El consumo de bienes y servicios ha crecido 81% en términos reales entre 1998 y el año pasado, de acuerdo a los datos del Banco Central de Venezuela (BCV)
Sin embargo, el crecimiento ha estado lleno de desequilibrios y desórdenes que han dejado como consecuencia una inflación promedio de 24% en la última década, la más alta del continente y una de las más altas del mundo.
Esta avanzada en los precios debilita cada día el poder de compra de los venezolanos. El reflejo se ve en la caída real de 26% en las remuneraciones del sector privado, que emplea al 80% de los trabajadores formales. El año pasado el Índice Nacional de Precios al Consumidor (Inpc) cerró en 27,6%, y hasta agosto de este año acumula un avance de 9,8%, una desaceleración considerable al lado del 18,6% del 2011.
Impulso a las importaciones
Una de las razones que ha contribuido a desacelerar la inflación este año ha sido el incremento de las importaciones. En el primer semestre de este 2012 Cadivi ha inyectado 50% más dólares que en el 2011 para las importaciones de alimentos, en total 3.254 millones de dólares para el rubro que tiene mayor peso dentro de la inflación.
Asimismo, en el segundo trimestre del año el Gobierno aumentó sus compras de alimentos en el exterior. En total para el primer semestre de este 2012 las importaciones totales de bienes y servicios llegaron a 27.020 millones de dólares, 26% más que los 21.315 millones de dólares del 2011.
Las importaciones contribuyen a frenar la inflación, gracias al tipo de cambio fijo en 4,30 bolívares por dólar desde diciembre del 2010. Es decir, los productos importados han estado sometidos a una inflación menor que la venezolana.
Industria de caída
Pero lo que se vive en el sector de alimentos no replica para el resto de las importaciones que atiende Cadivi. Entre enero y agosto la Comisión apenas incrementó en 1% sus asignaciones totales.
Esto ha tenido sus efectos en las industrias que ven como los retrasos en las asignaciones afectan su suministro de materias primas para la producción. A esto suman un conjunto de leyes que colocan trabas a la actividad económica, así como controles de precios que asfixian las finanzas de las empresas.
La manufactura cada vez representa menos en el PIB nacional. Para el 2000 abarcaba 16,8% del total, el retroceso progresivo la ha llevado a 14,4% al finalizar el 2011. Datos del BCV denotan que sectores como la producción textil, elaboración de calzado y productos de cuero, la maquinaria y la industria automotriz son áreas que generan menos que en 1997.
Mientras que en materia agrícola el Ministerio de Agricultura y Tierras informó que al cierre del 2011 el sector cayó 0,57%. Entre las causas están las fuertes lluvias vividas el año pasado, a lo cual se sumaron la falta de recurso humano e insumos para la actividad. El balance para el cierre del 2011 fue el decrecimiento en 10 de las 11 categorías que abarca el Plan Bienal para la Producción de Alimentos 2011- 2012.
No obstante, el 2012 ha pintado un panorama mejor, y de acuerdo a Fedeagro se aumentará la superficie de siembra en casi todos los rubros. Pero, a pesar de las expectativas positivas, hay rubros como el arroz donde la producción nacional alcanza para abastecer apenas el 50% del consumo interno.
Al igual que la manufactura, el agro se ha visto sometido a controles y limitaciones que han impedido el auge de la actividad.
La consecuencia de esta realidad es la mayor dependencia de los productos importados. En el sector de alimentos Datanálisis indica que el 70% de los productos que se encuentran son extranjeros.
Pdvsa columna vertebral
Para mantener el crecimiento del consumo en la economía han sido indispensables los petrodólares, pues la industria no ha respondido proporcionalmente al consumo. El 96% de las divisas que ingresan al país son producto del petróleo.
Estas divisas no sólo son controladas por el Estado, sino que el Gobierno además maneja de manera discrecional buena parte de ellas a través de fondos extra presupuestarios. Estos fondos son utilizados para financiar ese gasto que se transforma en más dinero en la calle para alimentar el consumo.
Pero para esta administración no ha sido suficiente el ingresos petrolero, pues ha puesto en marcha una política de endeudamiento que coloca los compromisos del Gobierno central en 93.589 millones de dólares para el cierre de junio del 2012.
No conforme con la deuda, el apetito de gasto del Gobierno sigue creciendo y llevó el déficit fiscal a 11,6% del PIB en 2011, de acuerdo a Barclays Capital.
Estos datos dan muestra de un desequilibrio en la economía y que requeriría un ajuste pronto. Las estadísticas oficiales también arrojan que el país cada vez depende más de la riqueza de las minas, aquel mal denunciado por Arturo Uslar Pietri hace 76 años, y desde entonces lo que se ve es que en Venezuela se ha sembrado la dependencia del petróleo.
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