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jueves, 4 de octubre de 2012

Tres luchadores por la libertad

Demetrio Boersner

En estas semanas preelectorales pudimos apreciar la vida y obra de tres venezolanos ejemplares, totalmente dedicados al combate por la libertad. Dos de ellos han muerto; el tercero sigue vivo y activo.

La figura de Rómulo Betancourt, cuyo trigésimo primer aniversario de fallecimiento fue recordado el 28 de septiembre, se ha agigantado por el contraste entre su gesta libertadora y la actual recaída en el subdesarrollo y la dependencia. Betancourt fue un nacionalista revolucionario y demócrata social que se inspiró en las fuentes del marxismo, pero desechó la interpretación dogmática y autoritaria de esa doctrina para abrazar una versión socialdemócrata que le sirvió de marco ideológico para una titánica tarea de conductor del pueblo venezolano en la transición de un pasado autocrático, semifeudal y neocolonial a la democracia moderna con libertad pluralista, desarrollo económico independiente, equidad social y florecimiento cultural. Fue sin duda la figura política más importante de la Venezuela del siglo XX.

Otro gran luchador por la libertad fue Domingo Alberto Rangel, el revolucionario total que hasta su muerte no dejó de “asaltar el cielo” de la utopía anarco-comunista. Inicialmente compañero de Betancourt en AD, y luego su radical adversario a la cabeza del MIR, este hombre de vasta cultura y enorme talento literario realizó una imperecedera obra de autor de libros, ensayista y periodista de opinión. Al mismo tiempo fue el más honrado de todos los venezolanos, hombre sin rencores, bondadoso y cordial amigo incluso de quienes lo adversábamos o criticábamos. Su incisiva pluma combatió la actual autocracia seudosocialista con el mismo furor que dirigía contra el capitalismo y las falsas democracias. Aunque se decía ateo, sus restos fueron despedidos en una misa oficiada por un arzobispo. Posteriormente se cantó “La internacional”, y se unieron así las esperanzas de dos redenciones.

Más modesto pero igual de heroico, constante y honrado en su combate de toda la vida por la democracia y la justicia social es nuestro fraternal amigo Adelso González Urdaneta, ex alto dirigente de la FVM, de AD y del MEP, ex diputado y ex comisionado presidencial, actualmente activista de unidad democrática, quien presentó su libro, prologado por Pompeyo Márquez, titulado Un maestro entre barrotes en el cual recuerda sus años de preso político en las garras de la dictadura militar perezjimenista. Con sobriedad, modestia y sin rencores narra las graves torturas que sufrió y resistió sin cantar. Nos habla de la solidaridad y el amor que recibió de compañeros y amigos, comenzando por su admirable esposa Elba. Esboza consideraciones sobre el tema educativo. Y sigue con nosotros, ojalá que por mucho tiempo más.

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