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viernes, 5 de octubre de 2012

Perfil de un autócrata

Tal Cual

A sólo 3 días para los comicios del 7-O y con más de 14 años en el poder, Chávez afronta sin duda alguna el mayor reto de su carrera política, al enfrentarse a un rival que capitaliza el descontento acumulado a lo largo de su mandato

Hugo Chávez, el irreverente presidente de Venezuela, que ha amasado un enorme poder en sus casi 14 años de gobierno, afronta el domingo su mayor reto para hacer perdurar su régimen socialista y recuperar su imagen de invencibilidad, debilitada por un cáncer.

Chávez, de 58 años, ha sido el líder indiscutible del país desde que asumió la presidencia, pero por primera vez enfrenta en los comicios a un rival, que capitaliza el descontento acumulado a lo largo de su mandato.

El candidato de la tolda roja lucha por dejar atrás, la incertidumbre suscitada por un cáncer del que nunca reveló su ubicación ni gravedad. Se declaró libre de la enfermedad el pasado julio, un año después de que le fuera diagnosticado, pero también alertó de que ya no sería el presidente hiperactivo y omnipresente de antaño.

Dejó de hacer los ‘Aló Presidente’ y redujo su ritmo de actividades y compromisos internacionales. A la vez, acentuó su fe en Dios, a quien ha elevado plegarias públicas por su salud: “No me lleves todavía”, rogó en abril de este año.

Pero esta aparente fragilidad no ha opacado al líder impetuoso, osado y provocador que tan bien conocen los venezolanos desde que en 1992 lideró un fallido golpe de Estado contra un desgastado sistema bipartidista. La intentona le llevó a la cárcel pero le dio a conocer y en 1998 ganó por primera vez las elecciones.

Desde entonces fue reelecto en el año 2000 y en 2006, cuando arrolló a su rival Manuel Rosales con el 62% de los votos frente a un 37%., tras haber superado un supuesto golpe de Estado en su contra en 2002 y un extenso paro petrolero en el 2003.

Seis años después, perdura su conexión con las clases populares, su base electoral, y las muchedumbres responden con entusiasmo en sus mítines, especialmente cuando canta y baila la marchosa canción electoral “Chávez corazón del pueblo” o lanza apasionadas arengas desgañitándose como una estrella de rock.

Chávez ha pedido el triunfo para hacer “irreversible” su régimen socialista y pisar el acelerador del Estado comunal, algo que sus detractores ven como una nueva maniobra para concentrar un mayor poder en sus manos.

Ya es comandante en jefe de las Fuerzas Armadas, a las que ha declarado “chavistas”, presidente del Partido Socialista Unido de Venezuela, mayoritario en la Asamblea Nacional, y ejerce un control absoluto sobre los medios de comunicación del Estado.

Se abrogó poderes para gobernar por decreto durante 18 meses hasta junio pasado, que le permitió por ejemplo aumentar sin límites la deuda pública. Jamás y pese a la enfermedad, el actual presidente, no ha dejado entrever un posible sucesor.

Ajeno a quienes le llaman déspota, tirano o populista, se considera protagonista de una segunda independencia de Venezuela, una tierra con una de las mayores reservas de crudo mundiales, que le permiten financiar millonarios programas sociales dirigidos a las clases populares.

Una popularidad que contrasta con el rechazo que suscita en sectores medios, afectados por las restricciones económicas que ha llevado a cabo en nombre de su “revolución”, y en la empresa privada, blanco de sus políticas de expropiación.

Su discurso beligerante ha polarizado a la sociedad, al haber demonizado a sus detractores y quemado todo puente de entendimiento con la otra mitad del país, una estrategia muy rentable políticamente, admiten fuentes de su entorno.

Con igual intensidad, respeta o desprecia a sus colegas en el plano internacional y no ha tenido reparos en “mandar al carajo” el ALCA, un acuerdo regional de libre comercio con Estados Unidos, ó en declarar en el podio de la Asamblea General de la ONU que había un olor a “azufre” tras el paso del entonces presidente George W. Bush.

Chávez ha retomado del líder cubano Fidel Castro, su mentor, las banderas de enemigo acérrimo de Estados Unidos y ha liderado un grupo de gobiernos de izquierda en Washington. También ha tejido alianzas con los gobiernos controvertidos de Irán, Siria, Bielorrusia o la Libia de Muamar Gadafi.

Sin embargo, Chávez ha sido lo suficientemente pragmático para seguir enviando a Estados Unidos un millón de barriles diarios de petróleo. Ha creado además iniciativas regionales como el grupo de coordinación política Alternativa para los Pueblos de Nuestra América, así como Petrocaribe, de subvención petrolera.

Hijo de maestros de educación primaria y criado por su abuela paterna, Chávez creció en la localidad de Sabaneta estado Barinas. Se ha casado y divorciado dos veces. Con un perfil de Todopoderoso, el comandante como lo llaman sus partidarios enfrentara sin duda alguna el mayor reto de su carrera política.

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