Hambre de los presos es tremendo negocio. Denuncian que en el ministerio de Iris Varela, el despacho de alimentos es una irregularidad muy rentable. Solo 30% de los reclusos comen lo que se prepara en cárceles, y lo hacen con utensilios plásticos y viejos. El Estado invierte Bs 12,5 diarios en cada recluso
KEILYN ITRIAGO MARRUFO
Lo que se gasta comprando dos empanadas y una malta es lo que le cuesta al Estado venezolano mantener diariamente a un recluso. Escasos Bs 30,96 según la ley del presupuesto nacional, deben invertirse diariamente en cada recluso y, específicamente 12,5 bolívares están destinados a las tres comidas del día.
Richar Blanco, diputado de la comisión de Cultos y Régimen Penitenciarios de la Asamblea Nacional, durante su reclusión en el Sebin, vivió en carne propia la deplorable forma en la que el Gobierno juega con este derecho fundamental.
Durante un año, recibió el mismo menú. En la mañana llegaba avena reciclada de días anteriores. A mediodía el "banquete" era carne descompuesta, arroz y agua; y al llegar la noche el estómago debía cerrar con una arepa con queso.
EXPUESTOS AL CONTAGIO
El diputado rechaza que en las 34 cárceles que albergan 47 mil presos no se haya hecho nada para mejorar las condiciones de preparación y mantenimiento de la comida.
Dice que las cocinas y neveras industriales están en total deterioro, que los alimentos se sirven en vasos y platos plásticos, para ingerirlos usando cubiertos del mismo material. "Son reemplazados en años por lo que centenares de presos usan los mismos utensilios que pasaron por muchos que han tenido gonorrea, sífilis o gripe".
Carlos Nieto Palma, coordinador general de la ONG Una Ventana a la Libertad, afirma que 70% de la población penal no consume la comida del penal, se mantienen a costa de sus familiares que una o dos veces a la semana le llevan bolsas con pasta, harina, sardinas, arroz y agua.
Recuerda que la compra de alimentos ha sido uno de los más grandes negocios en el sector penitenciario. Antes, eran los directores quienes se encargaban del asunto y de eso sacaban una buena tajada; cuando la competencia pasó a manos del Viceministerio de Seguridad Ciudadana y el beneficio se vio perdido, muchos de los funcionarios llegaron al punto de renunciar al cargo. Ahora que la responsabilidad corresponde al Ministerio de Servicios Penitenciarios, las denuncias de corrupción no cesan.
CHANCHULLO PAREJO
Funcionarios de la antigua Dirección Nacional de Servicios Penitenciarios publicaron a través de la dirección electrónica http://dnspcombativa.blogspot.com, un manifiesto en el cual expresan como actualmente el manejo del despacho de insumos alimenticios para la población privada de libertad es objeto de malversación de fondos y cobros de comisiones exorbitantes.
En el texto explican que la cartera presidida por Iris Varela cuenta con un presupuesto asignado para esta partida de Bs 221.924.664 y que la distribución de los insumos se hace por la red Mercal y dos empresas privadas (Distribuidora El Nonno y la Cooperativa Gran Amanecer), que fueron "colocadas a dedo por un funcionario del despacho de nombre Renny Méndez Varela, quien es sobrino de la ciudadana ministra y uno de sus principales asesores. Recibe el 35% del monto total de la facturación en materia de suministro de rubros de alimentación", puede leerse en el texto.


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