Los olvidados de Amuay

Tal Cual

A un mes de la tragedia, 70 familias de Amuay esperan reubicación, por lo que algunos hoteles deben atender a los damnificados bajo amenazas del Gobierno con cerrarlos. Comerciantes esperan también indemnización de Pdvsa

KEILYN ITRIAGO MARRUFO

Hoy, en consulta médica en Maracaibo, le dirán si es necesaria una segunda intervención quirúrgica en sus ojos. Haberse asomado en aquella madrugada trágica por la ventana ante la sorpresa de una explosión desconocida le salió caro a Luis Gouveia. La onda expansiva del fuego de la refinería de Amuay tiró sobre su rostro una oleada de vidrio. La cicatriz de la operación realizada en el ojo derecho le impide a este hombre de 43 años ver desde esa perspectiva y una catarata inesperada en el lado izquierdo lo hace apenas distinguir entre figuras.

A un mes de la tragedia petrolera catalogada como la más grande en la historia de la industria del crudo en Venezuela, el terror no termina de alejarse de los paraguaneros que sufrieron aquella devastación del 25 de agosto. El susto mayor pasó, pero el pánico de enfrentarse a la "normalidad" no deja de aquejarlos.

A la familia Gouveia le tocó fuerte. De origen portugués, levantaron en 48 años cinco negocios y cuatro casas en el sector La Pastora. La pollera, la agencia de loterías, la licorería, la feria de hortalizas y una venta de comidas se desplomaron por completo. "Nos quedamos sin nada económicamente", confiesa Génesis, quien ahora está trabajando en un supermercado para poder mantenerse.

Cuenta que el presidente de Pdvsa ha dicho en las reuniones efectuadas con comerciantes y residentes que les van a pagar. El último acuerdo es para una cancelación dentro de seis meses, pero no de la totalidad sino en partes.

A los dos días de la explosión a los Gouveia los reubicaron en Ciudad Federación, un complejo habitacional recién construido. Les dieron las llaves pero sin certificado ni título de propiedad. "Al parecer las casas son prestadas porque estaban asignadas a otras personas, que fueron solidarias por la tragedia", explica.

EN HOTELES

Según cifras del Gobierno nacional, de las 1.691 viviendas que resultaron afectadas ya se han intervenido 1.020 que presentaron daños en ventanas, techos, paredes y puertas. Aún hay 70 familias con pérdidas totales que esperan en refugios en la Base Naval Juan Crisóstomo Falcón y en varios hoteles de la localidad. La encargada del Hotel Cardón manifestó que en las instalaciones se mantiene un grupo de allegados de guardias nacionales que prestaban servicios en el Destacamento 44 y 50, habitantes de los sectores La Pastora, Alí Primera y San Rafael.

Aseguró que Pdvsa está asumiendo los gastos, porque de hecho se trata de un cliente de vieja data. Una de las trabajadoras de otro hotel, que no quiso identificarse, señaló que en el lugar el alojamiento de los damnificados ha sido casi obligatorio, lo mismo que los servicios de aseo y alimentación, porque de lo contrario el Gobierno los cierra. "Muchos no quieren salir de la piscina, se están aprovechando de la circunstancia y ni siquiera tuvieron afectación fuerte, apenas se les cayó un techo".

El regreso a clases ha sido muy lento, pues sólo 25% de la matrícula en las cuatro instituciones educativas del municipio Los Taques, que suman 878 estudiantes, ha asistido a las aulas, según apuntó la jefa de este distrito escolar, Emilia Henríquez.