Radios rojitas

Tal Cual

Hoy se cumplen tres años del cierre de las 34 emisoras de radio AM y FM a nivel nacional. Pese a las protestas que realizaron para aquel entonces no consiguieron más que problemas profesionales y económicos

KEILYN ITRIAGO MARRUFO

Hoy se cumplen tres años desde el cierre de las 34 emisoras de radio AM y FM a nivel nacional. Desde entonces parece haberse instalado una suerte de resignación. Toda aquella bulla que se hizo con actividades de calle, comunicados y protestas en su momento no logró revertir la decisión que costó caro en cuanto a libertad de expresión y pluralismo; sin contar los problemas profesionales y económicos que se desprendieron para los involucrados directamente. Lo que ahora se tiene es una treintena de radios copadas por el Gobierno que le sirven para ejercer lo que más le gusta: una hegemonía comunicacional rajada.

Rafael Cadavieco, miembro de la organización Somos Radio, nacida justamente en reacción a la medida, manifiesta que la sanción de Conatel creó el clima que se quería crear, que es el del miedo y la retracción. "Fue una medida de presión del Estado y del Gobierno, que en este país es lo mismo".

Pese a que el ente rector de las telecomunicaciones dijera que la disposición correspondía al castigo de irregularidades por parte de los dueños y encargados de las emisoras, Cadavieco sostiene que no hubo forma de convencer que 34 radios estaban ilegales. "Haber gritado, si bien no hizo que volvieran esas emisoras, por lo menos frenó el cierre de otras", cree el locutor. Pero, lo cierto es que pasado ese tiempo aunque no se hayan suspendido más concesiones en Caracas, sí ha ocurrido con al menos 11 estaciones en el interior del país.

MÁS HEGEMONÍA

La medida anunciada sin derecho a pataleo por Diosdado Cabello afectó principalmente, tal como lo señala Patricia Rosas, también miembro de Somos Radio, al público porque se les arrebataron espacios y posibilidades de diversidad.

"Se les han cerrado ventanas de información, porque todos los canales privados tienen derecho a tener su línea editorial y mantener la posición que quieran. Por eso debe haber varias opciones, para que la gente, lea, vea y escuche lo que se parece más a su color favorito", agrega Cadavieco.

El dial de CNB, ahora convertido en AN Radio, transmite las sesiones de la Asamblea Nacional de forma intermitente, y los periodistas que laboran comentan la participación de los diputados de la Unidad en el pleno con juicios negativos. Allí no hay espacio para las opiniones de la oposición, pese a que existan 67 parlamentarios que no son rojos rojitos. Alba Ciudad 96.3 FM (antes Estrella) y La Radio del Sur (antes Máxima FM) también son ejemplos claros del espectro cuya programación es netamente partidista.

GOLPE AL BOLSILLO

El desplome de cientos de puestos de trabajo obligó a muchos profesionales y técnicos a buscar nuevos horizontes. Cadavieco comenta que muchos de sus compañeros se fueron del país ante la preocupación. Quienes encontraron espacio, migraron a diferentes canales o medios de la industria. Un par de ellos están trabajando para medios oficiales del Estado, pero a la gran mayoría "no les dio gracia trabajar para el jefe que se robó tu compañía". Otros han creado pequeños negocios independientes de alimentos, ropa o cualquier oficio diferente a las comunicaciones.