ATENCIÓN USUARIOS DE ARAGUA SIN MIEDO

La computadora desde donde actualizamos la página web de la organización y publicamos los anuncios de los eventos está dañada desde la mañana del domingo 12 de marzo de 2017, por lo que les informamos que haremos una pausa técnica en la actualización mientras resolvemos los inconvenientes. Gracias por su atención!!!

sábado, 11 de agosto de 2012

El castigo del cuerpo

AMÉRICO MARTÍN - Tal Cual

Le preguntó a Chávez: ¿Qué novedad le ofrece a los venezolanos? No pudo contestar. "Yo puedo aquí amanecer hablándote de lo nuevo", dijo "¿Qué de nuevo propone la burguesía? Anda, pregúntale al candidato burgués. ¿Qué de nuevo? Nada.’’ Francisco Urreistieta (Univisión)

1 Uno puede compensar las amarguras con la sublime esperanza de que estará presente cuando desde las cavernas mismas se disparen cambios históricos. Desde la perspectiva cubano-venezolana otros acontecimientos parecen en lo inmediato de significación menos notable aunque la tengan y mucho, como el retorno del PRI, los alardes de AMLO, las manos estrechadas de presidentes del Mercosur, y el gran futuro que anuncia el promisor acuerdo de integración de los países de la Plataforma del Pacífico. Pero nada parece tan impresionante como las elecciones venezolanas del 7 de octubre y el barro dejado a su marcha por el programa raulista de reformas, junto con la pujanza de la alternativa civil cubana No creo que la muerte de Oswaldo Payá haya creado un vacío de liderazgo. Se atenía este hombre a líneas consistentes a las que se mantuvo fiel hasta el final.

Los componentes de su pensamiento estaban en el centro de debates apasionados. Contrario al embargo, amigo del diálogo digno y opuesto a la violencia, Payá dejó un estilo que otros repetirán. Entreveo una cierta correspondencia de sus propuestas polémicas con la azarosa evolución del programa raulista de reformas. El estado de la Isla es tan grave que no puede prescindir del yugo venezolano. Sin la asistencia de Chávez, el terrible ajuste cubano habría provocado una sacudida geológica. Tal dependencia no le permite a Cuba superar su cuestionado sistema, pero es la droga que permite sobrevivir en el día a día. Cualquiera quisiera liberarse de semejante yugo y es ese el sentido del feble aperturismo que aprobó el VI Congreso del PCC, de escasos resultados hasta hoy. No obstante el signo es claro: se trata de trasladar al sector privado el 40% de la actividad económica, que hoy es de 15%. Como puede, Raúl busca hacer avanzar esa política pero necesitaría apertura real, libre comercio, inversiones privadas y libertades políticas. Despidiendo millón y medio de almas en tres años, reduciendo comedores populares, rubros de la libreta y gastos sociales, el tren podría descarrilarse.

Y lo tétrico es el envejecimiento de la población, con su inevitable efecto sobre un gasto público que necesitan reducir.

"Tenemos que prepararnos para eso", advierte el zar de la economía, Marino Murillo.

2 El gobierno de Chávez ha logrado confundir al mundo con dudosas encuestas, que están siendo desmentidas. La estrategia era redonda: puesto que desde las primarias de febrero, con unidad, programa y un candidato sorprendentemente idóneo la alternativa democrática viene en ascenso, había que sembrar la idea de que aquel esfuerzo era inútil, la pelea estaba perdida, la victoria del caudillo sería abrumadora. Para dar visos de realidad a ese espejismo, el gobierno se fue a predicar por el planeta, bolsa en mano.

Removió sus amistades del Foro de Sao Paulo y a actores de Hollywood, amigos de su causa; usurpa con desverguenza los merecimientos obtenidos por los nobles atletas en las Olimpíadas. Sólo le faltó colgarse al cuello la meritoria medalla de oro lograda por Venezuela. Todo muy bien, pero la tozuda verdad está saliendo a flote. La tortilla da vuelta y ahora la primera opción la tiene Capriles. Una encuestadora sin contratos con el gobierno lo confirma: Consultores 21 le da 7% de ventaja al retador. Ojo, con tendencia a crecer. En registros de los meses precedentes, consagraba la primacía de Chávez.

En esta contienda, chocan visiblemente dos estilos y dos programas. El nudo del primero de esos temas podría resumirse en una fórmula: violencia o paz. No hay nada en Capriles que contradiga su vocación de paz; y hay muy poco en Chávez que no exprese una rabiosa violencia. Para que se hagan una idea: preguntado el joven Capriles por qué no respondía los insultos del presidente, contestó: porque en mi casa me enseñaron que a los mayores hay que respetarlos.


3 En punto a estilo debe mencionarse también el anacronismo retórico del Presidente. Se vale de conceptos de antigua resonancia izquierdista que muy pocos ­por no decir nadie­ emplean en elecciones. Así, mientras lucha contra la "burguesía", el "imperio" y la "derecha" vocablos imprecisos y multiuso, su rival encara a la inflación, el desempleo, el hambre, la pobreza.

La violencia del Presidente se intensifica con el visible éxito del candidato "burgués". La confrontación entre un ágil, valiente y educado gladiador que no se cansa ni se altera y un viejo bregador que se repite y vomita insultos, resulta de fácil pronóstico. Como es de emociones "estratégicas", José Vicente Rangel se ha echado al hombro la sedicente revolución. Está animando el coro que denuncia el siniestro plan escondido en la gorra de Capriles. "Sabiéndose" perdedor ­dice­ habla de fraude como premisa del golpe que organizan el imperio, la burguesía, la oligarquía, la derecha, la ultraderecha, Uribe, Obama y Miguel Cabrera.

Gracioso y fantasmal. En las elecciones que ha perdido la oposición siempre aceptó el resultado. No hizo lo que en México López Obrador, aliado según dicen de Chávez.

Pero además y sobre todo, Capriles se perfila como vencedor. Chávez, claro, aparenta no creerlo pero le duelen las simpatías que despierta. Y de ser tan hábil como pregona Sean Penn, entenderá que si la lucha electoral fortalece al "enemigo", estúpido será éste si la abandona. Así como ­todo hay que decirlo­ el gobierno deja ver que si pudiera pospondría las elecciones.

El problema es que no puede.

No hay comentarios:

Publicar un comentario