Cada vez más rojita

Tal Cual

Venezolana de Televisión cumple 48 años. En casi 5 décadas de existencia no había estado tan entregada a un proceso político como ahora. Programas infantiles y culturales brillan por su ausencia. Se imponen las noticias y la propaganda oficial. Los espacios para las críticas y la oposición han sido cerrados. La pantalla es de todos los que convienen

KEILYN ITRIAGO MARRUFO /FOTO SAÚL UZCÁTEGUI


Venezolana de Televisión desde que fue adquirida para el Estado por el expresidente Raúl Leoni, el primero de agosto de 1964, siempre ha sido un canal "gubernamentalizado", tal como explica el experto en sociología de la comunicación, Marcelino Bisbal.

Pero, desde que Hugo Chávez está montado en la silla presidencial, ha tomado tintes políticos como nunca antes, "respondiendo plenamente a los intereses del partido de Gobierno y del propio Ejecutivo nacional", sostiene Bisbal, quien dice que existe una confusión entre Gobierno, VTV y PSUV pues creen que son uno solo.

El profesor de la Universidad Central de Venezuela y de la UCAB manifiesta que pese a que el Gobierno y todo su gabinete denominen al medio como un canal de televisión de "servicio público", realmente es todo lo contrario.

Basta con fijarse en el tipo de propaganda y publicidad que se emite día a día, en los programas que se transmiten como La Hojilla y Dando y Dando, y en la forma en la que se dan los noticieros para darse cuenta de que está profundamente ideologizado y politizado.

"Desde los sucesos de abril hasta la fecha, por propio reconocimiento de quienes han sido presidentes del canal y por boca del Presidente de la República, VTV sigue siendo un canal manchado de rojo", agrega Bisbal.

Vladimir Villegas, quien fuera presidente de la televisora, señala que el canal 8 es de todos los venezolanos, pero ciertas condiciones aplican. En los últimos años ha profundizado una línea sectaria, porque aunque hubo tiempos de confrontación había espacios para las otras corrientes. Recuerda que antes existía oportunidad para que dirigentes de la oposición al gobierno de turno expresaran sus opiniones.

Recientemente han pisado el canal de Los Ruices los diputados Julio Borges y Juan Carlos Caldera y el presidente de Copei, Roberto Enríquez, pero esto ha sido una excepción por estar en tiempos de campaña electoral. "VTV pasó de ser canal del Estado a canal del Gobierno y de canal de Gobierno a canal del partido, y esto es terrible a los efectos del rol que debería ser".

ESPACIOS SUPRIMIDOS

Atrás quedaron los años en los que la programación del canal oficial del Estado incluía horas dedicadas a espacios culturales e infantiles, ahora se han concentrado en transmitir las actividades de Chávez, con un acento periodístico marcado por la radicalización y las pasiones.

Allí no hay lugar para críticas. El ciudadano que tiene una queja sobre la inseguridad, la economía o el desempeño de algún funcionario público, por ejemplo, es vetado desde que abre la boca. La Venezuela que se transmite en la pantalla es bonita y casi perfecta.

El periodista manifiesta que durante su gestión, por ejemplo, había una programación diversa que incluía programas para la juventud, para amas de casa, incluso basketball de la liga NBA y boxeo. Hoy en día, la parrilla está altamente politizada, "el artista exclusivo por excelencia es el Presidente".

Villegas asegura que a partir del referéndum de 2004 los medios que antes estaban confrontados fueron recuperando su rol, pero VTV en lugar de abrirse al resto de la sociedad se ha cerrado y convertido en canal de exclusión, guerra sucia e intimidación política.

Fue en ese año, en diciembre, cuando él mismo renunció a dirigir la planta. Antes, en febrero de ese año, dijo en una entrevista con la periodista Milagros Socorro que no se le podía exigir equilibrio porque "Venezolana de Televisión es una trinchera frente a las mentiras de los medios", y aseguró que "yo estoy en VTV como político, no como periodista".

Y ASÍ SIGUEN

Entretanto, VTV sigue entregada al chavismo. Sus programas de opinión son defensores de "la revolución". En La Hojilla se difunde cada noche el jingle de campaña de Hugo Chávez y los contenidos se enfocan no en cubrir al candidato Henrique Capriles y a la oposición en general, sino en confrontar sus planteamientos y responderlos, incluso atacando a las personas. Tal tipo de cuestionamiento no se hace a los voceros del oficialismo.