Apagan las rumbas

Tal Cual

El Ministerio Público se apretó los pantalones para promover la paz entre los vecinos de zonas populares, por lo que la música ha bajado de tono en estos sectores ¡No vaya a ser que los castiguen con pago de unidades tributarias, que han llegado hasta a Bs 9mil, y horas de trabajo comunitario!

DANIEL PALACIOS YBARRA

Cada vez son más frecuentes los boletines que refiere el Ministerio Público sobre ciudadanos que, omitiendo algunas normas de convivencia, generan malestar entre los miembros de su comunidad. Este es el caso de Luis Fernando Acosta, de 32 años, quien fue multado por perturbar la paz a sus vecinos de Pumarosa, en el sector San Blas de Petare, durante una fiesta el 10 de marzo de este año, según indicó la Fiscalía.

Para la concejal Gloria Torres, del PSUV, estos mecanismos aplicados por la Fiscalía promueven la paz entre los vecinos de sectores tan anárquicos como algunas zonas populares de Petare, pues quien ahora piense cometer una infracción, tendrá que verse en el espejo de este ciudadano, obligado a saldar su falta con 100 unidades tributarias, es decir Bs 9.000.

En otro caso distinto, Félix Teherán Baza de 28 años fue sentenciado con pago de 120 horas de servicio comunitario por la edificación ilegal de una pared, incumpliendo la disposición de la Alcaldía de Sucre. Por ello, el joven fue imputado por desobediencia a la autoridad, contemplada en el artículo 483 del Código Penal.

Como titular de la Comisión de Deportes y Justicia de Paz de la cámara municipal, Torres agrega que esto constituye una medida adecuada para controlar los excesos de algunos ciudadanos que no respetan las nociones básicas de convivencia.

Pero, para evitar que estos casos lleguen a esas instancias, asegura "que los consejos comunales de Sucre tienen dentro de su organización una persona que recibe talleres de jueces de paz, que es lo que queremos tener para que se descentralice la función de las policías".

ANARQUÍA EN JOSÉ FÉLIX RIBAS

Como quejas más comunes sobre convivencia, Manuel Gutiérrez, vecino del barrio José Félix Ribas, destaca la música "a toda mecha (volumen) de varias personas que parece que viven en un zoológico. También se ve mucho por aquí la inconsciencia de muchos que tiran basura a la calle en la acera de otro. De todo esto, lo más importante es dormir tranquilo en horas de la noche, cuando se supone que uno debe estar descansando. Pero aquí hay gente que hace lo que le da la gana".

Consultada sobre cuántos jueces de paz existen en el municipio Sucre, la concejal no pudo precisar la cifra, pero aseguró que, como perfil, debe contar "con una solvencia moral comprobada, respetado por todos los vecinos. Sin importar su filiación política es necesario su compromiso con el desarrollo y el buen vivir del consejo comunal o la zona que se le asigne".

"Hay muchos jueces de paz, pero no sabemos dónde están. Pero sí está claro que cada uno debe tener por lo menos 330 familias en su entorno. En nuestra comisión atendemos diariamente entre 40 y 60 casos, atendidos por psicólogos y trabajadores sociales".