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domingo, 29 de julio de 2012

¿Más Devaluación? O de cómo ahora todo vendrá más caro…

El Aragueño
28-07-2012
Plinio R Carvajal H
http://visionyanalisis.blogspot.com


En los últimos años se han conjugado una serie de factores, entre los cuales están: La inestabilidad política en el Medio Oriente, la necesidad de recursos de Arabia Saudí para financiar una serie de programas sociales destinados a evitar el alcance de la primavera árabe, la creciente demanda de energía por parte de China; estos factores se han combinado para que la demanda petrolera mundial no haya sido cubierta con facilidad, y por lo tanto han logrado mantener el precio promedio del barril petrolero por encima de los 100 dólares. Sin embargo, esto no ha alcanzado para cubrir la creciente e inagotable sed de recursos por parte del Gobierno Nacional.

El Gobierno obtiene recursos de muchas fuentes: Tenemos el gasto corriente aprobado en el presupuesto, a un deliberadamente ficticio precio de 60 dólares el barril, que le permite apoderarse de parte de los recursos que corresponden a los estados y municipios por mandato constitucional a través del situado; los recursos “excedentarios”, constituidos por el diferencial entre el precio presupuestado de 60 dólares y el precio real del barril de petróleo (mas de 100 dólares en promedio); los créditos adicionales aprobados por la Asamblea Nacional, el endeudamiento externo, constituido por paquetes como el Fondo de Financiamiento Chino o el Fondo de Financiamiento Ruso, este último destinado fundamentalmente a la compra de armas; el endeudamiento interno, constituido por bonos emitidos por el Banco Central, Pdvsa, los bonos “asociados”, como los Bonos del Sur, emitidos en conjunto los gobiernos argentino, ecuatoriano y otros. Entre todas fuentes de financiamiento suman un monto realmente desconocido, ya que quizás deliberadamente se rompe el principio de la unidad del Tesoro Nacional con el objeto de minimizar el control externo de estos recursos; sin embargo, y sobre todo en un año electoral, estos recursos no bastan, el Gobierno necesitas más.

Por eso se recurre al viejo truco de la devaluación. Esto no es nuevo ni exclusivo del Gobierno actual, pero lo curioso es que se recurren a diversos mecanismos para que el pueblo no se de cuenta de qué se esta devaluando, y se trata de mantener la ficción de un dólar a 4,30 Bs, emulando aquella paridad emblemática que se mantuvo fija durante muchos años del período puntofijista.

El primer truco fue la emisión de bonos nominados en dólares y pagados en bolívares, que se podían revender en el mercado secundario internacional con una cierta pérdida calculada y tolerable, que le permitía al comprador del bono obtener dólares a una paridad variable, pero siempre superior a 4,30. Esto permitía a los importadores obtener las preciadas divisas para comprar en el extranjero todas las materias primas y productos que se requieren en el mercado nacional, sin tener que recurrir a intercambios no oficiales, penalizados por la Ley de Ilícitos Cambiarios a una tasa cambiaria mucho más alta, y le permitía al Gobierno usar los dólares de Cadivi, a 4,30, para los allegados y los gastos de Gobierno.

La idea funcionó y los venezolanos nos acostumbramos a adquirir productos más caros, a causa de la devaluación encubierta que significa este mecanismo. Tanto así que el mecanismo se institucionalizó creando el Sistema de Transacciones con Títulos en Moneda Extranjera (Sitme). Pero para tener acceso al Sitme había una serie de requisitos, entre ellos la tenencia de una cuenta en dólares en un banco extranjero, que restringían el acceso a estas divisas a una pequeña parte de la población. Ahora con Convenio Cambiario Nro. 20, firmado recientemente entre el Banco Central y el ministro de Planificación, Jorge Giordani, introduce una apertura significativa para que cada vez más divisas se otorguen a través del Sitme a una tasa de 5.30 y menos a través de Cadivi, a una tasa de 4,30.

Este convenio permite a las personas naturales y empresas mantener cuentas en divisa en bancos nacionales; las empresas estatales exportadoras, como Pdvsa o Venalum, podrán colocar el 5% de su saldo promedio mensual en divisas en bancos universales venezolanos de donde podrían adquirir bolívares para sus gastos en el país, a Bs.5.30 US$ en vez de Bs.4.30 US$, lo que representa más bolívares por menos dólares (devaluación). Además, ahora se otorgarán cada vez más divisas por Sitme a 5.30 y menos por Cadivi a 4,30.

Esto tienes varias consecuencias inmediatas, la primera de ellas es la ruptura de la unidad del tesoro en cuanto a divisas, ya que antes todos los exportadores estaban obligados a vender sus divisas al Banco Central, ahora podrán mantener una parte de ellas en sus cuentas particulares, segundo, la devaluación, ya que antes todas las divisas se vendían al Banco Central a 4.30 bolívares por dólar, ahora se venderán o se utilizarán en pago a una tasa que puede ser de 5,30, tasa Sitme, o a alguna otra tasa concertada; permitirá a las empresas del Estado mejorar sus estados financieros al obtener una mayor utilidad por los mismos dólares y por consiguiente, pagar más impuestos al fisco nacional (más recursos para gastar). También existe la posibilidad, que debe ya haber sido prevista por los autores del convenio, de que surja un nuevo mercado de permuta con las divisas adquiridas a través de este mecanismo. Además, el Convenio Cambiario tiene una segunda intención, la de incrementar las disminuidas reservas internacionales líquidas del Banco Central de Venezuela, que sumaron apenas US$1,18 millardos el 31 de mayo, lo cual no alcanzaba ni para nueve días de importaciones, ya que los bancos deberán depositar sus recursos en dólares en el BCV.

En fin, seguiremos pagando más caros los productos que adquirimos, gracias a esta disimulada devaluación destinada a dar más dinero al Gobierno para que este pueda seguir gastando a manos llenas.

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