Campaña del miedo

Tal Cual

Las encuentas que se vienen realizando desde antes que empezara la campaña electoral, favorecen al presidente Chávez, pero no influyen en los resultados y esto es con el propósito de generar miedo y nerviosismo en los venezolanos

MARISELA CASTILLO APITZ

Si algo tiene en común las últimas encuestas es que el presidente Chávez estaría ganando a su contendor más cercano, Henrique Capriles. Unos resultados que desde diversas encuestadoras se están mostrando mucho antes de que empezara la campaña presidencial.

¿La razón? "Construir un mito de que el Gobierno es invencible, y que pase lo que pase la oposición no podrá ganar las elecciones", opina el politólogo Edgar Gutiérrez. A su juicio el Gobierno está montando una estrategia para desmoralizar al opositor.

"El objetivo de publicar encuestas con diferencias de 20 y hasta 30 puntos es menoscabar el ánimo de quienes adversan al presidente Chávez, y de provocar nerviosismo en la oposición para que cometa errores. También se pretende construir un mito de "invencibilidad" e "inevitabilidad" para finalmente desmovilizar a los electores".

Para Gutiérrez este fenómeno no es nuevo ni es casualidad. "Se cree que publicar encuestas genera efectos irreversibles en la voluntad del elector", agrega. A su juicio, el gobierno pudiera estar construyendo una apariencia de amplia ventaja a su favor para que después nadie discuta que en efecto ganó, "pero con poca diferencia".

Ante esta situación el especialista recomienda tomar en consideración diversos aspectos para analizar los resultados de los sondeos: ¿Cuál es la trayectoria de la encuestadora? ¿Presenta algún tipo de sesgo, es decir esta empresa permanentemente da una tendencia favorable hacia un actor en particular? ¿Cuál fue el cuestionario completo de las preguntas formuladas? ¿Los resultados miden la intención de voto y la disposición de ir a votar?

¿PARA QUÉ SIRVEN?

Uno de los errores que por lo general se comete, según el politólogo, es simplificar la utilidad de una encuesta para saber quién ganará. Todo lo contrario: "más allá de conocer la intención de voto, lo esencial es saber las razones o causas que expliquén por qué la situación está de una forma en particular. Es decir, las encuestas sirven para indagar y monitorear las principales variables que al final definen la intención de voto".

Para Gutiérrez, lo medular de los sondeos es "saber cómo influir en modificar ese comportamiento electoral". Dicho en otras palabras: "a través de las encuestas se identifica quiénes son los votantes propios, pero que nos podrían abandonar; quiénes son los electores que no nos favorecen, pero podrían hacerlo en un futuro y quiénes son las electores que aún sin una decisión.

EL IMPACTO

Los efectos de toda esta "guerra" según Ricardo Sucre, académico y politólogo, son pequeños. A su juicio, las encuestas no modifican la voluntad del elector. "El mayor impacto no se verá en las urnas, sino en la credibilidad de las encuestadoras, que hasta ahora está bastante afectada", indicó.

El especialista recordó el caso de las elecciones parlamentarias de 2010, "donde la mayoría de las encuestadoras decían que la oposición llegaría a tan solo 40 diputados, y al final sacaron más de 60, y la oposición le ganó al chavismo en votos".

Por lo tanto, para Sucre "el venezolano está curado en este tema y tampoco se ha comprobado que publicar resultados favorables para algún actor político sea la fórmula para ganar las elecciones".

Sin embargo, según Gutiérrez donde sí pueden afectar es en otras audiencias: financistas y los propios comandos de campaña. "No conozco ninguna campaña en la que no se usen las encuestas para convencer a potenciales financistas o que en medio de una elección, el pánico traicione a algún comando y diga "vamos a perder. Ya no hay nada que hacer", explica.

Para el politólogo el impacto de las encuestas aún no está científicamente comprobado en los electores, y que en todo caso "las elecciones se ganan por estrategia, comunicación, persuasión y movilización".

LA FUERZA DE LOS INDECISOS

Según los últimos resultados de julio, los indecisos varían entre 10% y 23%.

Unas cifras que invitan a pensar que este grupo definirá las elecciones. Para Gutiérrez, cada encuestadora tiene sus propios métodos para clasificar a los indecisos y tal vez por eso los resultados en este segmento varían por una alta diferencia. "La respuesta en una encuesta puede estar influenciada en cómo se pregunta y cuál fue la intención, también afecta la cobertura y las repreguntas que se utilizan para descartar a los indecisos", agrega.

Dentro de este grupo el politólogo asegura que pudieran estar "los que verdaderamente no saben qué opción elegir, los que tienen miedo de expresar su voluntad o los que simplemente no les interesa votar". En todo caso, a su juicio, se trata de un asunto metodológico que define cada empresa, y que "será a este grupo los que tanto Henrique Capriles, como Hugo Chávez, deberá convencer".

Sucre explica que aunque no está medido de forma precisa si el miedo está influenciando en la respuesta, existen ciertas referencias que así lo sugieren, "como la encuesta del Centro Gumilla en donde 43% de las personas de zonas populares tienen miedo de hablar de política en su comunidad".

Sin embargo, Sucre opina que el miedo no influye en el cien por ciento de aquellos que prefieren no responder. Para él, "hay algunos que están esperando hasta el último momento para decidirse o existen los que simplemente no irán a votar".

Por esta razón el politólogo recomienda que "debe existir algún tipo de procedimiento estadístico que permita calcular cuánto es el porcentaje que prefiere no responder por temor a expresar su voluntad". De esta forma se tendrían cálculos más apegados a la realidad.