Tal Cual Digital
La misión seguridad anunciada en enero cambia de nombre para ponerle A Toda Vida Venezuela sin haberse aplicado. Este nuevo plan es reactivo y no preventivo
VÍCTOR AMAYA
El presidente Hugo Chávez anunció la misión A Toda Vida Venezuela, un cambio de nombre a la Misión Seguridad que, anunciada en enero de este año, ya lleva 4 meses sin ser aplicada. Ahora rebautizada el Gobierno dice que entrará en vigencia a partir de junio, como si la inseguridad pudiera esperar.
"La oferta es la misma de hace 14 años para que la ejecuten los mismos que ya fracasaron", dice el criminalista Fermín Mármol León, recordando los 11 ministros que han pasado por la cartera de Interior y Justicia y los 19 planes que no lograron reducir las estadísticas rojas.
Entre las propuestas más resaltantes de la misión, está la indemnización a las víctimas de la violencia. Algo que, según Alfredo Romero, del Foro Penal Venezolano, va en concordancia con el artículo 140 de la Constitución donde el Estado se asume responsable, en este caso, por el funcionamiento anormal del servicio de seguridad. "Esto es un derecho constitucional, no una limosna", dice Romero. Mármol García es aún más duro. A pesar de que la medida puede ser justa, "la mejor compensación es la justicia, la gente quiere ver tras las rejas a los delincuentes. Esto no se resuelve con billete y a realazo en una danza de dinero para pagar los muertos".
NADA NUEVO
La renombrada misión llueve sobre mojado estableciendo como prioridades la prevención integral, el fortalecimiento de organismos policiales y la transformación de los sistemas judicial y penitenciario. Todo ello ha sido anunciado anteriormente, comenzando por el desarme y la refundación del Cicpc. Es un refrito Además, se contempla una nueva reforma al Código Orgánico Procesal Penal, la sexta en tiempos de revolución. "Las leyes las han modificado y creado nuevas y aún no hay solución. El problema no es legal, es de voluntad política", dice el criminalista.
El abogado Alfredo Romero asegura que antes de reformar el COPP hay que empezar por cosas simples, "como que el ministro se reúna con Corpoelec porque donde hay más secuestro es en zonas que se la pasan sin luz. Vamos a lo preventivo y no a lo reactivo", dice, característica más resaltante de la misión. A ello se sumaría la exclusión de las alcaldías opositoras y sus policías preventivas de la rectoría del plan, algo que es un "fracaso de inicio", según Romero, quien condena que se pretenda imponer lineamientos en vez de coordinar con ellos e incorporar a comités vecinales.
De acuerdo al juicio de Fermín Mármol García "no han dicho cómo atacarán a las bandas ni cuál será el plan represivo porque les da miedo esa palabra" y asegura que los delincuentes "de oficio" no se entregarán porque el Gobierno se los pida. "Necesitamos un Presidente que tenga pantalones para enfrentar el hampa y un ministro que no tenga aspiraciones de político sino de ser un buen ministro de Interior".
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