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jueves, 24 de mayo de 2012
Economía insostenible
Tal Cual Digital
Para Conindustria, no hay incentivos en la producción. Las empresas tienen importantes deudas con sus proveedores por retrasos en la asignación de divisas. Una quinta parte de la industria planea hacer nuevas inversiones. El 59% sólo cubrirá costos operativo
ANTONIO JAVIER PLANCHART
Durante una rueda de prensa realizada ayer por la Confederación Venezolana de Industriales (Conindustria), su presidente Carlos Larrazábal mostró los resultados de la Encuesta de coyuntura del 1er trimestre 2012.
El estudio, que se realizó en más de 300 industrias nacionales entre los meses de abril y mayo y mide distintos campos de la actividad manufacturera del país, ofreció, a juicio de Larrazábal, resultados nada alentadores para el sector industrial. En primera instancia, muestra que el rubro creció apenas un 0,7% durante el primer trimestre del año. Esto representa un aumento ínfimo si se tiene en cuenta que según cifras del Banco Central de Venezuela (BCV) la economía creció un 5,6% en lo que va de año.
El sector alimentos, vital para la nación y que representa el 40% de la actividad industrial en Venezuela, decreció 6,9% y lleva cuatro trimestres descendiendo de forma pronunciada.
FRENO A NUEVAS INVERSIONES
Para el 70% de los industriales, el tan mentado tema de las divisas representa uno de los mayores problemas para aumentar la producción. El retraso promedio para la entrega de dólares es de 96 días en las liquidaciones de Cadivi y 35 días en las del Sitme. "Hay serios problemas con los proveedores internacionales. Las industrias no saben cuándo recibirán las divisas y los proveedores no saben cuándo les pagarán. Esto hace que aumenten los costos por financiamiento. Sólo el sector auto-partes tiene deudas de liquidación por 120 millones de dólares", explicó Larrazábal.
Otros problemas que aquejan al sector son la incertidumbre política, grave problema para el 80% de los encuestados, la falta de materia prima (70%) y el racionamiento eléctrico (59%). Como consecuencia, apenas el 22% de éstos afirma que realizará mayores inversiones, el 59% mantendrá inversiones operativas y el 25% afirma que no invertirá. En el caso de la pequeña industria, el 43% asegura que no hará nuevas inversiones.
A esta situación, se añade la inquietud que genera en el sector empresarial la nueva Ley Orgánica del Trabajo (LOT) y el aumento de costos operativos que ésta pueda representar.
SE PLIEGAN A LA LEY CON RESERVAS
Por otra parte, para Larrazábal resulta sumamente importante el informe emanado la semana pasada del BCV. Según las declaraciones de su presidente, Nelson Merentes y del ministro de Finanzas, Jorge Giordani, es necesario aumentar la producción nacional. "El gobierno lo sabe, pero no está tomando las medidas adecuadas para ello", expresó.
"Es necesario dar mayor flexibilidad al sector manufacturero para que opere correctamente. Mientras el gobierno mantenga la posición de incentivar la demanda por medio de un alto gasto público, pero restrinja la oferta mediante controles, la economía seguirá igual", indicó el presidente de la confederación, quien añadió que a su juicio, el Estado debe centrarse en la solución de las necesidades primarias de la población y dejar que el sector privado se haga cargo de la producción manufacturera.
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