Botados y sin justicia

Tal Cual Digital

Los "encadenados" ahora están en Ferrominera. Trabajadores despedidos por motivos políticos desde hace 10 meses no encuentran justicia. Son cesanteados de larga experiencia con una hoja de servicios intachable a quienes acusan de violencia. La medida buscaría amedrentar al resto de los empleados de la estatal, denuncian sindicalistas

DAMIÁN PRAT C./ Guayana

Ocho trabajadores despedidos de Ferrominera Orinoco (FMO) hace ya diez meses, se encadenaron junto a esposas e hijos ayer en el portón de la empresa en Puerto Ordaz en reclamo a la justicia que sistemáticamente les han negado todos los organismos del Estado, pese a que muchos funcionarios les han dado la razón tras examinar sus casos.

Pilar Aguilera, Evaldo Castillo, Jesús Pérez y José Ortega fueron los voceros del grupo al que se suman otros tres trabajadores despedidos en episodios diferentes. Todos son activistas sindicales del equipo que lidera Rubén González quien ya pasó 17 meses de prisión y se le mantiene juicio abierto.

Todos son trabajadores de larga experiencia en la empresa con una hoja de servicios sin tacha, pero la empresa los acusa de hechos de violencia, mientras que González asegura que "los acusan para tapar la propia responsabilidad del grupo patronal del PSUV en la violencia ocurrida cuando iba a elegirse la comisión electoral del sindicato en julio de 2011, que arrojó el saldo de un trabajador fallecido y otro herido. Lo que quieren es usar sus casos para meter miedo al resto de los trabajadores".

Con énfasis Rubén González repite una y otra vez, tal como lo ha hecho desde el día de los hechos, que "mas de 400 ferromineros que estábamos allí vimos a Héctor Maican, dirigente de la FBT disparar pero él está libre y estos compañeros despedidos y Rodney Álvarez preso como chivo expiatorio".

José Ortega, técnico ferroviario, con 33 años en la empresa reclama su caso y el de sus compañeros recordando que "nos niegan no solo el salario, sino hasta la asistencia médica. A uno de nuestros compañeros le van a retirar su hijo de la escuela porque no paga la mensualidad desde hace meses".

"Hay otros 18 compañeros que también tienen calificación de despido pero aún no han podido completar la medida represiva", denuncia González.

Tantos los despedidos como los amenazados y el segmento de la dirigencia sindical que los apoya han acudido a todas las instancia posibles pero siempre encuentran la muralla del temor en los funcionarios.

"La que era Inspectora del Trabajo hasta hace algunas semanas nos dijo una vez que ella no podía hacer nada, que eso era un problema político y que si ella tomaba decisión ordenando el reenganche, la que perdía su trabajo era ella".

El relato es compartido por Emilio Campos, dirigente de SutraCarbonorca que junto a otros directivos sindicales se presentó al lugar para brindar apoyo y solidaridad a los protestantes.

"En agosto del año pasado fuimos al Mibam en Caracas junto con Henry Arias de Sintraalcasa, Rubén y otros dirigentes a tratar este caso con el "chino" Khan. Le mostramos los expedientes y luego de examinarlos, él convino en que teníamos razón. Desde allí mismo llamó al presidente de Ferrominera que estaba en Caracas en el mismo edificio y lo hizo entrar a la reunión y (Radwan) Sabbagh terminó por reconocer que era cierto pero que si el procedía a tomar la decisión allí mismo el despedido sería él".

Según el relato de González y Campos, el funcionario de FMO se comprometió a dar respuesta luego, pero dicen los dirigentes que la conexión del grupo sindical FBT de FMO; con el ex ministro del Trabajo José R. Rivero, el gobernador Rangel y Nicolás Maduro habrían dicho que no. Que esos despidos seguían en pie.

"En otra reunión posterior, Khan nos dijo que él no podía hacer más nada, que no podía obligar a Ferrominera a resolver el problema".

DICTAMEN CUESTIONADO EN CARBONORCA 

Emilio Campos aprovechó para denunciar que como hay elecciones en SutraCarbonorca, el oficialismo ingresó a nómina a 110 trabajadores nuevos, presumiblemente por recomendación partidista y los quieren meter de una vez en la lista de afiliados al sindicato para que voten, tal como hicieron en Venalum y Bauxilum y están haciendo en Ferrominera aunque en esas tres empresas en cantidades mucho mayores.

"Desde la Inspectoría se emitió una resolución ordenando que los incorporemos pero acabamos de descubrir que la funcionaria que firma no ha sido designada para el cargo que está vacante. No aparece en Gaceta su nombramiento", dijo Campos