Ribas: ¡Guacamaya por el suelo! Sin el chivo y sin el mecate, sin cloacas ni vialidad digna

Autoridades gubernamentales prometieron concluir los trabajos en 4 meses. Pero ya han pasado casi 2 años. Calles en franco deterioro y nubes de polvo azotan a los moradores

MERCEDES CARRILLO GRAU | el siglo
fotos | CARLOS PEÑA

El dolor de cabeza de esta comunidad

Efrén González,
Héctor Gómez,
Ángel Bolívar y
Fernando Ruiz

En julio de 2010 arrancó con bombos y platillos, la instalación de una red de cloacas para la parroquia Guacamaya que beneficiaría a 80% de la población, pues se estimaba la colocación de más de 5 mil metros de tubería de plástico corrugado.

Para aquel entonces, las autoridades gubernamentales prometieron que la obra estaría lista en 4 meses y que por ende, más de 25 mil familias le dirían “adiós” a los pozos sépticos, para arrancar el 2011 con mejor calidad de vida. Pero aquella promesa jamás se cumplió.

Hoy, a casi 2 años, los moradores de esta enorme parroquia del municipio Ribas consideran que “peor fue el remedio que la enfermedad”, ya que las calles y principales vías fueron “destruidas” para instalar unas tuberías que jamás se colocaron.

La vialidad estaba en malas condiciones, pero ahora, producto de los enormes zanjones se encuentra mucho peor.

Dicen los habitantes de la zona que caminar por estas calles es un peligro, pero manejar es un verdadero acto suicida.

“Caminamos, manejamos y vivimos dentro de una nube blanca de polvo. Todo es tierra por aquí”, comentó el ciudadano Ángel Bolívar, quien convidó a las autoridades gubernamentales a darse un paseíto por la zona, “y si está lloviendo, mucho mejor”.

Por su parte, Fernando Ruiz -otro habitante de Guacamaya- acotó: “me imagino que, como este año es electoral, muchos candidatos van a venir a visitarnos y a prometer villas y castillos. Pero tranquilos... vengan que aquí los vamos a esperar”.

Héctor Gómez, otro afectado, señaló que los vehículos particulares y el transporte público han estado reportando daños severos a nivel de amortiguadores, cauchos y tren delantero... “Por eso, los taxistas no se meten para acá ni que les paguemos tarifa doble”.

Finalmente, Efrén González, otro oriundo de la zona, opinó que “el Gobierno habla de un buen vivir, pero no sé dónde será eso porque aquí en Guacamaya todo es desidia. En lo que respecta a esta obra hay que señalar que en 2 años no han culminado ni siquiera la primera calle, mientras que los recursos aprobados para este pueblo van de mano en mano y de bolsillo en bolsillo”.