MARISELA CASTILLO APITZ - Tal Cual
Con reportes sucesivos, la CEP fue informando el avance del proceso primario en todo el país
La angustia se respiró desde que amaneció. La preocupación no era quién iba a ganar, el nerviosismo era por cuántas personas participarían. Aun así se respiraba tranquilidad en el comando de la Mesa de la Unidad. Un estado de ánimo que en el transcurso de las horas iba sufriendo una metamorfosis. La ansiedad se incrementaba en la medida que caía el sol.
Jóvenes, políticos y representantes de la sociedad civil se pasearon por los salones del comando de la MUD. Todos querían declarar, todos mandaban a votar. La organización Voto Joven y el Movimiento Estudiantil, a pesar de estar conformados por representantes de partidos políticos, fueron las únicas autorizadas para dar anuncios al país.
Algunos integrantes del comando juvenil de Pablo Pérez intentaron, de manera infructuosa, declarar ante los medios. La MUD fue cuidadosa. No quería favorecer a ninguna de las opciones.
Los rumores no faltaron. Todos especulaban sobre la cifra de participación. Unos decían que se había superado la meta, otros con apatía demostraban sus caras de preocupación. La teoría del "carómetro" no funcionó con los representantes de la CEP. Su expresión no revelaba ni la más mínima pista de cómo iba el proceso electoral.
CIFRAS VAN Y VIENEN
Para algunos asistentes la meta era lograr que 10% del RE saliera a votar. Con esta cifra sobrepasarían con creces el tan mencionado 1% que sacó Hollande en Francia en sus primarias internas, el año pasado. Este era el punto de comparación, esto era lo que decían.
El horario regular no alcanzó para que los venezolanos votaran. Teresa Albanes, presidente de la Comisión Electoral de Primarias, anunció la prórroga del proceso una hora más de la acordada. "Parece una elección nacional más que unas primarias" fueron las palabras que Albanes utilizó para hacer el anuncio. Poco a poco se respiraban aires de triunfalismo. Todo parecía indicar que se había superado la meta de participación. A pesar de esto, la presidente de la CEP agradeció "a las miles de personas que votaron", nunca habló de millones.
La preocupación volvió al comando de la MUD. "Si no llegamos al millón esto fue un fracaso", susurró uno de los asistentes.
CIERRE SIN SANCIONES
A las cinco de la tarde se cerró el proceso. Solo aquellos centros donde faltaran personas por votar podían permanecer abiertos. Los regaños se hicieron presentes, en la medida que se acercaba el fin de la jornada el proselitismo político aumentaba. Primero lo hizo el Comando Tricolor, después la alianza que apoyó a Pablo Pérez.
Aun así, Albanes aseguró que la CEP no iba a sancionar a nadie. Apelaban al buen actuar y a la conciencia de los partidos. En pocas palabras, podían hacer y deshacer, y nada iba a pasar. No había multas ni sanciones para aquellos que faltaran a la ley.
Pablo Medina también llegó, pero nadie le paró.
Su presencia quedó reducida ante el cuarto boletín informativo que emitió la CEP. No declaró, no habló.
La Comisión seguía imponiendo la agenda.
El quinto boletín se hizo esperar. Los periodistas impacientes advertían entre risas que Albanes se iba pareciendo cada vez más a Tibisay Lucena, rectora del CNE. "Entre más crece la duda, más se tarda en declarar", decían.
A las 7:35 pm la CEP no declaró. Fuentes extraoficiales decían que la ventaja de un candidato sobre otro era arrasadora. Sin embargo, aseguraban que "más de uno dará una sorpresa el día de hoy. Disfrutaremos de unos cuantos batacazos el día de hoy", decían.
No hay comentarios:
Publicar un comentario