Los bienes sometidos al control de precios, en su mayoría alimentos básicos, registran un aumento de 28% en once meses | ARCHIVO
VÍCTOR SALMERÓN | EL UNIVERSAL
miércoles 7 de diciembre de 2011 12:00 AM
Decidido a contener la inflación el Gobierno mantiene el control de precios, pero la escasez en los mercados lo ha obligado a permitir ajustes importantes en productos como pan, pasta, pollo, leche, azúcar, carne y el resultado, es que los bienes regulados se encarecen más que los sometidos al libre juego de la oferta y la demanda.
El Banco Central de Venezuela registra que en los primeros once meses de este año los productos controlados aumentan 28% mientras que los no regulados se encarecen 23,6%.
Un aspecto relevante es que la inflación se agrava en la canasta de bienes controlados. En 2009 los productos regulados registraron un aumento de 19% durante los primeros once meses del año, en 2010 el alza fue de 20% y en 2011 el incremento ha sido de 28%.
Ronald Balza, profesor de la Universidad Central de Venezuela, explica que "el Gobierno ha tenido que comenzar a reconocer una inflación que trató de mantener oculta, sin embargo, hay productos como la leche que a pesar del incremento autorizado no aparecen porque el ajuste no ha sido el esperado por los productores".
La poca efectividad del control de precios no es nueva. Durante el Gobierno de Jaime Lusinchi la inflación anual pasó de 15,7% en 1984 a 40,3% en 1987, en plena aplicación del control de precios y con un agresivo plan de sanciones, multas y cierres a los empresarios acusados de especuladores.
Los economistas Robert Schuettinger y Eamon Butler son los autores de un trabajo donde analizan cien casos, ocurridos desde dos mil años antes de Cristo hasta 1978, en que gobernantes de treinta países intentan, infructuosamente, librarse de la inflación a través de los controles de precios.
La conclusión de este premiado estudio es que si bien algunos controles de precios han tenido efecto positivo por un corto período de tiempo, en el largo plazo siempre han fracasado, porque no combaten la causa real de la inflación: el incremento de la cantidad de dinero por encima de la productividad.
Datos rojos
En noviembre la inflación avanzó 2,2% para acumular un salto en lo que va de año de 25,4% y en los últimos doce meses de 27,6%, resultados que cuatriplican el promedio del resto de los países de América Latina.
Ronald Balza considera que "evidentemente la causa de la inflación es una oferta que no crece al mismo ritmo de la demanda en un contexto de poca inversión e inyección de gasto público".
En un entorno caracterizado por el control de precios, que amenaza la rentabilidad; el control de cambio, que restringe el acceso a las divisas y expropiaciones la inversión privada se desplomó en los últimos tres años restando bienes en los anaqueles, mientras que el Gobierno impulsa el consumo apoyado en el brillo del petróleo.
El alza de los precios ha superado las proyecciones del ministro de Planificación y Finanzas, Jorge Giordani, quien en mayo, cuando aún la escasez no había obligado al Gobierno a permitir el incremento de los bienes regulados, aseguró que existía "un proceso de desaceleración que ha comenzado por la política del Gobierno y la inflación anualizada está en línea con la meta oficial de culminar este año con inflación entre 23% y 25%".
Lo más sensible
La población siente el impacto de la inflación en los bienes y servicios esenciales para la calidad de vida.
En once meses los alimentos y bebidas no alcohólicas acumulan un incremento de 31,3%, los servicios de salud 25,1%, transporte 26,5%, servicios de educación 24,8%, equipamiento del hogar 23,6%, restaurantes y hoteles 27,3%.
Las familias más pobres del país sienten con mayor intensidad el impacto del alza de precios porque destinan el grueso del ingreso a la compra de alimentos donde la inflación es bastante elevada.
El Banco Central de Venezuela precisa que en los últimos doce meses las familias más humildes han sufrido una inflación de 31,9% mientras que en el estrato de mayor ingreso el impacto es de 28,2%.
Al analizar la inflación en las principales ciudades se evidencia que Caracas tiene el mayor desajuste con un alza en los primeros once meses del año de 26,7%, mientras que el menor aumento ocurre en Mérida con una variación de 22,3%.
No hay comentarios:
Publicar un comentario