En 2010 el Gobierno culpó a las casas de bolsa y sociedades de corretaje de ser responsables del declive económico del país | ARCHIVO
VERSIÓN: CONCHITA DELGADO | EL UNIVERSAL
domingo 11 de diciembre de 2011 12:00 AM
"En 2010, el presidente de Venezuela Hugo Chávez mandó a meter presos a algunos de los agentes financieros más importantes del país," señala Daniel Cancel, jefe de la sección en Caracas del servicio Bloomberg News.
En el artículo "Corredores de bolsa tras las rejas", Cancel documenta la historia de Herman Sifontes, Miguel Osío, Ernesto Rangel y Juan Carlos Carvalho. Los banqueros se encuentran detenidos en los calabozos de la Dirección de Inteligencia Militar ubicados en Boleíta, presuntamente incursos en transacciones ilegales denominadas en dólares con títulos valores.
El presidente Chávez, asegura Cancel, "ha inculpado públicamente a los corredores de bolsa por acelerar la inflación y devaluar el bolívar".
"No hay razonamiento económico para que se debilite el bolívar. Esto es un gran fraude contra la República", habría dicho Chávez, palabras más, palabras menos, en un contacto telefónico con VTV.
Poco tiempo después de tales declaraciones, Sifontes y tres socios de Econoinvest Casa de Valores, C.A. fueron arrestados. A los pocos días, otros siete financistas cayeron en desgracia al ser imputados por la Fiscalía por comerciar ilegalmente con divisas.
Otros ejecutivos financieros, señala el artículo, prefirieron adelantarse al cerco gubernamental y abandonaron el país, "algunos porque sus nombres aparecían en las órdenes de arresto y otros porque temían que serían los próximos", comenta Gabriel Osío, ex presidente de la junta directiva de Econoinvest. Gabriel Osío se encuentra en Florida y ha solicitado asilo político al gobierno estadounidense.
A pesar de los alegatos del gobierno de Chávez, en una grabación del testimonio de Sifontes, en una audiencia preliminar el 16 de enero de 2011, obtenida por Bloomberg News, se afirma que las negociaciones con bonos eran un negocio legítimo. Inclusive, Sifontes manifestó que entre sus clientes figuraban Pdvsa y Cantv. "No hicimos nada malo... No actuamos a espaldas del gobierno", alega Sifontes.
De acuerdo a Luis Valdivieso, el abogado defensor de Sifontes, "hallar culpables a Sifontes y a los demás corredores de bolsa sería una farsa judicial".
El artículo narra que anteriormente en Venezuela podía negociarse en divisas con dos tipos de cambio: uno para las importaciones de bienes esenciales, tales como alimentos, medicinas y maquinarias; otro para todas las demás transacciones, a una tasa de 4,30 por dólar. También existía una tercera vía legal: el mercado de valores, del cual Econoinvest formaba parte.
Sin embargo, a finales de 2009 y principios de 2010, Nelson Merentes, el presidente del Banco Central de Venezuela (BCV), acusó a las casas de bolsa y sociedades de corretaje de ser partícipes en el declive económico del país.
Una semana antes del arresto de Sifontes y sus socios, el gobierno suspendió las transacciones privadas en bonos denominados en dólares e impuso nuevos controles que le daban a entidades gubernamentales y no privadas la potestad de negociarlos.
"Si bien los nuevos controles a las operaciones bursátiles entraron en vigencia el 18 de mayo de 2010, el gobierno busca enjuiciar a los corredores por operaciones que habían estado realizando desde mediados de los años 2000, cuando Chávez liberalizó las transacciones en divisas como parte de lo que una vez llamó 'la democratización de los mercados de capitales", indica el artículo.
Según esta lógica, y de acuerdo a Valdivieso, "todo el que haya comprado y vendido títulos valores para obtener dólares en Venezuela desde 2004 también sería culpable por el mismo delito".
Con un crecimiento del Producto Interno Bruto (PIB) de 2,8% en 2011, según el Fondo Monetario Internacional, comparado con un promedio en Latinoamérica de 4,5%, además de una tasa de inflación anualizada de 26,9%, "ni siquiera un político tan influyente como Hugo Chávez puede, al parecer, hacer que el mercado se hinque de rodillas a su voluntad", comenta Bloomberg News.
"No importa cuántas reglas cambie ni cuantos corredores de bolsa meta en la cárcel", concluye el artículo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario