El Estado concentra cerca de 70% del mercado de café gracias a su política de estatizaciones | ARCHIVO
CARMEN ROSA GÓMEZ | EL UNIVERSAL
domingo 20 de noviembre de 2011 12:00 AM
La soberanía alimentaria ha sido la consigna del Gobierno de Hugo Chávez tras la crisis política y el paro petrolero que signaron los años 2002 y 2003. La idea, en esencia, ha sido impedir que a futuro ocurra cualquier circunstancia en la cual no sea el Gobierno el que tenga el control de los sectores estratégicos.
Pero Venezuela cada vez luce más débil en materia alimentaria aun con esa bandera y con la aplicación férrea del Plan de la Nación 2007-2013, que bajo un lineamiento socialista plantea restarle peso al sector privado en la economía para darle más preponderancia al Estado y a quienes se asocien con él.
La economía venezolana creció 4,2% en el tercer trimestre de este año como parte de "una racha" de expansión, según las palabras del ministro de Planificación y Finanzas, Jorge Giordani. No obstante, en ese mismo trimestre la manufactura de alimentos en el país cayó 9,1%, mientras que en igual lapso de 2010 había tenido un repunte de 15,3%.
Desde el 2006 hasta la fecha se perfila como la mayor caída que registra esta actividad, en términos del Producto Interno Bruto, cerca del desplome de 7,3% que vivió en el tercer trimestre de 2009.
El BCV explicó que el desempeño de la industria alimenticia durante el tercer trimestre de 2011 "se vio afectado por las fuertes precipitaciones, por problemas en la disponibilidad de insumos, por el rezago en los precios de venta y por la volatilidad de los precios de las materias primas importadas, que específicamente impactaron en la producción de lácteos, carne y derivados".
Vale recordar que los voceros del sector alimentos no han dejado de advertir que las condiciones en las que vienen operando, debido a las políticas económicas del Gobierno, solo se traducen en baja producción lo que, en términos del consumidor termina convirtiéndose en escasez e inflación.
El propio BCV calcula el índice de escasez en alrededor de 14% mientras que firmas como Datanálisis, al evaluar la situación específica de Caracas, la estiman en alrededor de 20%.
Siembra sin cosecha
Lo que comenzó con la tímida creación de la red Mercal como un mecanismo de venta de productos subsidiados a las clases con menos recursos de la población se transformó en todo un tejido de producción, importación, distribución y venta para garantizar la "soberanía alimentaria". La estrategia iba de la mano de una agresiva política de rescate de tierras agrícolas por parte del Estado.
Todo esto se ha traducido en que el Estado venezolano tiene bajo su control alrededor de tres millones de hectáreas de tierras "rescatadas", muchas de las cuales aún no han sido canceladas a sus antiguos dueños. Además, en 2010 toma el control de una de las principales redes de suministro de insumos agrícolas del país, Agroisleña, para convertirla en Agropatria, y asimismo nacionaliza Fertinitro, empresa dedicada a la producción de fertilizantes nitrogenados.
Este cambio de manos ha sido cuestionado por los voceros del sector agropecuario, quienes se quejan de que los insumos no fluyen igual que antes y que se ha complicado la producción.
A nivel del consumidor los problemas en el campo se sienten en el bolsillo. En septiembre pasado la Canasta Normativa de Alimentos, que mide el Instituto Nacional de Estadística, se ubicó en 1.635,40 bolívares y de ese mono 685,12 bolívares, 50,1% del total, se iba solo en la compra de los rubros agrícolas.
Los productos agroindustriales registraron en octubre una inflación de 4% y en 10 meses acumulan un alza de 34,3%.
Abarca, pero no aprieta
Además de la expansión de su control de las tierras agrícolas, el Estado ha desarrollado planes industriales propios, en convenio con Irán y China, entre otros países. Y ha ido más allá. El Gobierno de Hugo Chávez nacionalizó la planta productora de arroz de Cargill, centrales azucareros, las empresas de café Fama de América y Café Madrid, la empresa de productos alimenticios Diana, Lácteos Los Andes, la cadena de tiendas Éxito, entre otros.
Todas estas acciones se han traducido en un Estado que es regulador y actor en el mercado. Las estimaciones de los voceros del sector agroindustrial apuntan a que el Gobierno concentra en la actualidad 70% del mercado nacional de café, cerca de la mitad del de arroz, 52% del de azúcar y casi 40% del mercado de harina de maíz precocida.
El Estado agroindustrial se ha venido consolidando desde 2007 hasta la fecha y en forma conjunta se viene registrando una desaceleración de la inversión privada dado el clima de inseguridad jurídica.
En el tercer trimestre de 2011, apuntó el Banco Central, "en las empresas manufactureras del sector público se observó una contracción de 2,1%, motivada a problemas técnicos, operativos y financieros"
"Hay que producir más y mejor, y las importaciones hacerlas de la mejor manera", indica Nelson Merentes, presidente del BCV; mientras que el ministro de Planificación y Finanzas, Jorge Giordani, admitió que existe una capacidad ociosa en la industria de alimentos y, cuando se recupere y aumente la producción agrícola, crecerá más ese sector.
Fedecámaras ha advertido acerca de que un mayor gasto público termine traduciéndose en más importaciones y menos producción local.
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