Se hizo Justicia: Habilitado

“El Estado venezolano, a través de los órganos competentes, y particularmente del Consejo Nacional Electoral (CNE), debe asegurar que las sanciones de inhabilitación no constituyan impedimento para la postulación del señor López Mendoza en el evento de que desee inscribirse como candidato en procesos electorales a celebrarse con posterioridad a la emisión de la presente Sentencia”. Un mandato claro, sin lugar a interpretaciones. La disposición número 2 de la sentencia que publicó la semana pasada la Corte Interamericana de Derechos Humanos restituye plenamente mi derecho a postularme a un cargo público, y además liquida las perversas inhabilitaciones políticas, al ordenar “adecuar el artículo 105 de la Ley Orgánica de la Contraloría General de la República y del Sistema Nacional de Control Fiscal”, para que no contradiga lo dispuesto en la Convención Americana de Derechos Humanos.

La extensa sentencia de 84 páginas expone con claridad y detalle cómo los jueces de la Corte-IDH determinaron, por unanimidad, la responsabilidad del Estado venezolano en la violación del derecho a ser elegido, el derecho a la defensa, el derecho a la protección judicial, el deber de motivación en los procedimientos administrativos y la obligación de adecuar el derecho interno venezolano a lo dispuesto en la Convención Americana sobre Derechos Humanos. Cinco infracciones graves que reflejan cómo las sanciones impuestas por la Contraloría, lejos de responder a criterios jurídicos o administrativos, obedecen a una estrategia política de sacar del juego electoral a adversarios que no pueden derrotar con votos. Siempre tuvimos fe y confianza en que la verdad estaba de nuestro lado, y en esta larga lucha nunca nos sentimos solos. Porque nuestra batalla es la misma que libran desde hace años los valientes estudiantes universitarios, para defender su autonomía y alcanzar una mejor educación.

Es la misma batalla que libran todos los días los trabajadores que han perdido sus empleos por razones políticas, y los sindicalistas perseguidos, asesinados, por defender los derechos y la dignidad de los trabajadores. Es la misma batalla que libran los familiares de las víctimas de la violencia, que sufren la extorsión de jueces y fiscales corruptos que juegan con la justicia.

El viernes pasado, cuando recibí la buena noticia de nuestra victoria hecha sentencia, pensé en todos esos venezolanos que cada día ven vulnerados sus derechos por la autoridad, y han pensado en luchar pero han bajado los brazos, porque están cansados, porque se han rendido. A ellos les digo que el camino es duro, no es fácil; pero sí se puede. Con fuerza y perseverancia, sí se puede vencer en esta dura batalla. En los últimos días, poderosos funcionarios han desplegado toda su batería comunicacional para intimidar y sembrar dudas en los venezolanos.

Pero esa cayapa oficialista solo es evidencia de que nosotros tenemos la razón, y ellos tienen mucho miedo. Le temen al futuro, a la alegría del cambio que se comienza a sentir en todos los rincones de Venezuela, y que se expresará con la fuerza de los votos dentro de un año y dos semanas. La nuestra es la victoria de la perseverancia, una convicción que compartimos con miles de venezolanos que todos los días luchan por reivindicar sus derechos: estudiantes, trabajadores, médicos, enfermeros, campesinos, productores, sindicalistas, madres y padres de familia. Junto a ellos, me comprometo a afrontar el nuevo reto, el mayor de nuestras vidas: conquistar esa Mejor Venezuela donde todos los derechos sean para todas las personas, y podamos superar la pobreza en paz y democracia.

Fuerza y fe, Venezuela.

Leopoldo López
Coordinador Nacional Voluntad Popular
@leopoldolopez
FB: www.facebook.com/leopoldolopezoficial.com