fotos | JAVIER TROCÓNIZ
La laguna continúa avanzando hacia las casas
El acceso es cada vez más intrincado
En La Isla, el lago ha ocupado la mitad de la vía, mientras los residentes tratan de mantener limpio el lugar
Violeta Montero y Juliana Segovia, parte de las afectadas
Los habitantes de Cogollal se han reunido muchas veces con el alcalde de Girardot, y otras autoridades, pero no han obtenido respuesta alguna. Entretanto, el lago de Los Tacarigua sigue avanzando hacia sus casas. La familia de Violeta Montero es una de las más afectadas, sus miembros viven hacinados porque la laguna ha recobrado su espacio.
Montero manifestó que todavía no le han dado respuestas claras sobre su situación, ya no encuentra cómo vivir pues los cuartos están cada vez más llenos de agua y los pisos debilitados porque el líquido está socavando los terrenos.
El resto de las familias en riesgo por esta situación no ven la hora en que las autoridades solucionen el problema. “Sabemos que hay otras familias en los refugios de La Punta y de otras partes porque ya tienen el lago en sus casas, eso lo entendemos, por eso aceptamos que las primeras soluciones habitacionales se la den a ellos, pero tampoco queremos que se olviden de nosotros y esperen que el lago se nos trague nuestras casas”, comentó Juliana Segovia.
Segovia dijo que hasta ahora sólo ha acudido a la comunidad el alcalde Pedro Bastidas y se inició un censo pero hasta la fecha ni siquiera el personal de Protección Civil ha llegado al sitio ha levantar los informe para reafirmar que las casas están inhabitables y la zona es de riesgo. En ese sentido, extienden el llamado para que se den los avales correspondientes para que se agilicen los trámites.
La laguna se “traga” las calles
El acceso a esta zona que linda con el estado Carabobo siempre ha sido limitado pues está geográficamente aislada (entre el lago y la carretera). Cada día es más difícil entrar al lugar pues las aguas obstruyen el paso. En la entrada principal todo es agua y barro, aparentemente el terreno se debilita más por la llegada del lago a la orilla y el continuo paso de los vehículos. Las fuertes vibraciones por el movimiento de la maquinaria pesada en la construcción de la planta termoeléctrica tienen su impacto.
Se pudo conocer que precisamente los constructores se ofrecieron a colaborar con el préstamo de las maquinarias para el relleno y la contención, sin embargo, el gobierno local se comprometió a llevar el material pero nunca llegó completo. “Sólo trajeron dos o tres camioncitos y más nada, por eso tampoco han podido avanzar”, comentó Segovia.
Hasta el momento se colocó algunas piezas de concreto que quedaron a la deriva (pues no están fijas) y los transeúntes tienen que pasar haciendo maniobras para evitar caerse.
Por otra parte, en el tramo del sector La Isla están también por quedar incomunicados pues media calle está ocupada por las plantas higrófilas (las llamada “matas e’ patico”). María Rivas es una de las personas afectadas que tiene que limpiar constantemente esos residuos para evitar la pestilencia que surgen pues en su casa están a menos de 15 pies del lago. Situación que es preocupante porque no tienen un lugar para irse con los dos personas con condiciones especiales que atiende. Por ello, Rivas no ve la hora que sean sacadas del lugar.
“No ven luz”
Los habitantes de esta zona del oeste de Maracay están sufriendo sin clemencia las deficiencias del servicio eléctrico. A cada rato se va la luz. La semana pasada llegaron a pasar cinco de los siete días de la semana sin electricidad, lo que hizo que más de una familia perdiera equipos y hasta los alimentos. Muchos ya no encuentran la forma de comprar la comida porque no pueden hacerlo diario por lo difícil del acceso y tampoco semanal o quincenalmente por el temor de que sigan los cortes y se les vuelva a dañar.
La situación fue denunciada incluso en la sede de Corpoelec donde se presentaron un grupo de vecinos para exigir respuesta a la estatal eléctrica, pero el comentario fue que “ellos no pagan luz”. Respuesta que rechazan ya que no cancelan el servicio por un decreto de exoneración desde hace varios años en los que fueron señalado como zona de riesgo y que debían abandonar el lugar. Por ello, la exhortación es también a la institución eléctrica para que atienda el caso que afecta a decenas de familias.
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