Por falta de recursos la universidad no ha podido concluir los trabajos para su buen funcionamiento. Desde que se produjo la tragedia de Vargas la sede de esa universidad en el Litoral ya no es la misma
Por: Andreína Moros Machado
Fotos por: Saúl Uzcátegui
A la comunidad uesebista del núcleo del Litoral Central de la Universidad Simón Bolívar (USB) ya no le importa de donde vengan los recursos; si los da el Gobierno central o el regional. Si provienen de la oposición o el oficialismo, si los da una empresa privada o una oficial. Hoy ellos sólo piden que se culminen las obras de reconstrucción de esa casa de estudios. Piden soluciones ya.
De lo que era el núcleo de la USB en La Guaira hace más de diez años, antes de la tragedia de Vargas, no queda ni la sombra.
Cuenta Scarleth Mujica, presidenta de la Asociación de Profesores de la USB-Litoral (APUSB-L), que la infraestructura en su totalidad fue arrastrada por la crecida del Río Camurí Grande, que rodea el campus universitario.
Tras quince días de lluvia constante en diciembre del 99, los caudales de los ríos y el mar tomaron las calles varguenses y arrasaron con todo a su paso.
Del conjunto de edificios que integraban la sede de la USB, sólo quedaron en pie la Casa Colonial; donde estaba el Restaurante Escuela, el Edificio 8; que hoy sirve de depósito y un techo que ahora es usado como cancha.
Modernas edificaciones, estructuras innovadoras e inspiradores jardines son el espacio en que se desempeñan los estudiantes uesebistas, en Caracas. Sin embargo, para quienes hacen vida en la sede de la institución en el estado Vargas la situación es otra.
Pasado el tiempo de las inundaciones y al iniciarse las obras de recuperación, por falta de los recursos necesarios para ello y ante el poco interés gubernamental de invertir en la obra, la reconstrucción de la Universidad fue quedando en "veremos".
CRONOLOGÍA DE HECHOS
Así, durante al menos seis años el terreno en el que anteriormente funcionaba la USB, se convirtió en un campo baldío.
A mediados del 2006, gracias al apoyo de la empresa privada y con algunos recursos propios de la institución, se iniciaron una serie de trabajos que comprendían la reconstrucción de la planta física que alberga a aproximadamente 2500 estudiantes y 280 profesores, más personal obrero, administrativo y la comunidad que de alguna u otra forma hace vida en ella.
"Formalmente, en el 2008, se reiniciaron las actividades en la USB Sede Litoral, aunque no se contaban con todas las condiciones adecuadas para su operatividad", asevera Mujica, docente de la institución.
Cabe destacar que desde la época de la tragedia al momento en que se culminaron las obras, se mudaron las clases y programas de estudio a la sede principal de la casa de estudios en Sartenejas.
Según indica la presidenta de APUSB-L, uno de los principales problemas con los que lidian es que producto de la inflación, las donaciones y licitaciones otorgadas no alcanzaron para hacer la reconstrucción completa.
En donde se supone debería estar el edificio de oficinas de las autoridades universitarias, se observan cabillas y bases llenas de maleza.
Asimismo, en los espacios adyacentes al comedor aún se encuentran en obra limpia algunos espacios. El edificio de la biblioteca está en pie pero aún ni siquiera se han terminado 50% de los trabajos para su operatividad.
Sin embargo, lo que más llama la atención es el aula magna. Un Auditorio inhóspito, paredes de cemento sin frisar, una rudimentaria tarima y escalones donde se supone se instalen los asientos, claman expectantes por la inyección de los recursos para ser terminados.
Relatan integrantes de la comunidad uesebista, que desde 1.999 y hasta el sol de hoy, los estudiantes y autoridades deben acudir a Sartenejas para celebrar los actos de graduaciones y eventos académicos.
A la fecha los únicos que disfrutan de la sombra, la calma y la frescura que ofrece el cascarón construido del aula magna, son perros y otros animales que usan el lugar de refugio, ante el inclemente sol que se siente en la zona.
HACE CALOR... HACE CALOR...
El litoral es una zona caliente por lo que el uso de aires acondicionados y ventiladores no es un lujo, sino algo vital. Destaca el Comité Directivo de la organización profesoral del núcleo, que falta de recursos impide el adquirir aires acondicionados para ser instalados en los salones y demás espacios académicos.
Es por eso que los horarios en la institución son bastante flexibles, en horas en las que el sol y la temperatura suben, no se labora.
Sin embargo, no es eso lo único contra lo que luchan. Escasez de vigilantes y trabajadores que laboren en la limpieza del lugar. Sólo cinco en el primer caso y otros dos en el segundo, trabajan por turno.
Faltan instalaciones necesarias para las prácticas de carreras específicas como lo es Hotelería y Turismo. Quienes la cursan deben dividirse entre ambas sedes pues el Restaurante Escuela del Litoral no ha sido reconstruido y por ende no tienen dónde hacer sus prácticas.
Todo esto y más es lo que se vive en esta Universidad pública, en la que sus trabajadores y estudiantes acuden literalmente "por amor al arte".
ATENCIÓN USUARIOS DE ARAGUA SIN MIEDO
La computadora desde donde actualizamos la página web de la organización y publicamos los anuncios de los eventos está dañada desde la mañana del domingo 12 de marzo de 2017, por lo que les informamos que haremos una pausa técnica en la actualización mientras resolvemos los inconvenientes. Gracias por su atención!!!
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