fotos | JOSÉ LUIS VALERA
En la calle San Miguel poligonal 2, colocaron palos y ramas dentro del gigante hueco para que nadie caiga en él y además prevenga a los conductores
“El aseo pasa constantemente”, manifestaron algunos
Los habitantes del barrio 23 de Enero, en opiniones encontradas, pero todas con un mismo fin, como es la premisa de vivir con condiciones dignas, aportaron algunos su opinión sobre la regularidad de los servicios públicos prestados a su comunidad, así como un componente que inquieta a todos como es el de la inseguridad.
Entre los entrevistados figuró Gonzalo Casadiego, quien señaló tiene viviendo cuatro meses en la comunidad del 23 de Enero, los servicios públicos funcionan bien, porque según dijo “la luz tiene tiempo que no la quitan, el agua llega con total normalidad y el aseo pasa cada 8 días”. Por otro lado, con relación al tema de la inseguridad afirmó que él no ha tenido ninguna dificultad de este tipo ni ha presenciado problema alguno en su zona. “Todo tranquilo”, aseguró.
Pero contrario a esto piensan dos jóvenes que residen en este sector, Miguel Díaz y Joao Covo, quienes manifestaron son parte integrante del Consejo Comunal Juvenil del barrio, e indicaron que “los servicios están completamente malos debido a que la basura permanece por muchos días en las aceras, hay aguas estancadas y la luz se va constantemente dañando los aparatos electrodomésticos. Y ni se diga de la delincuencia en la comunidad, la cual se encuentra desatada”.
Por su parte Carmen Rodríguez indicó que: “Aquí está todo bien, el aseo pasa constantemente, la luz se va pero uno sabe cuándo la quitan por la información que recibimos de los diarios con los cortes programados. Por este sector la inseguridad se ha calmado bastante ya que la policía pasa y hace su ronda en las noches, por lo que ha ido mermando la inseguridad”.
En recorrido por el populoso barrio nos encontramos con el señor Marcos Mijares, quien cuestionó una situación presente cerca de su vivienda, tal como son las condiciones en las que se encuentran las calles por donde vive. “Ahí está ese hueco, que tiene como dos meses sin que nadie lo repare. Las vías por aquí se están hundiendo y el asfaltado no sirve”. Este equipo reporteril constató la situación, y recabó información de que la gente que habita en la calle San Miguel poligonal 2, colocó palos y ramas dentro del gigante hueco para que nadie caiga en él y además prevenga a los conductores, sobre todo en las noches, de esta profunda perforación.
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